Allí me encontraré contigo, y desde encima de la placa, en medio de los querubines del arca de la alianza, te diré todo lo que tienes que mandar a los israelitas.
Se presentará a Eleazar, el sacerdote, que consultará por él al Señor por medio de las suertes; y conforme al oráculo, saldrán y entrarán él y los israelitas, toda la comunidad.
Porque no haya dejado hijos no va a borrarse el nombre de nuestro padre dentro de su clan. Danos a nosotras una propiedad entre los hermanos de nuestro padre.
Dios ha ordenado a mi señor que reparta la tierra por suerte a los israelitas. También ha ordenado a mi señor que haga pasar la herencia de Salfajad, nuestro hermano, a sus hijas.
Estas se presentaron al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los representantes de tribus reclamando: El Señor mandó a Moisés que nos diera una heredad entre nuestros parientes. Entonces les dieron, según la orden del Señor, una heredad entre los parientes de su padre.