Dios hablaba ya de aniquilarlos; pero Moisés, su elegido, se puso en la brecha frente a él para apartar su cólera del exterminio.
Números 11:2 - Nueva Biblia Española (1975) El pueblo gritó a Moisés; éste rezó al Señor por ellos, y el incendio se apagó. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que el pueblo pidió ayuda a gritos a Moisés, y cuando él oró al Señor, el fuego se apagó. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el pueblo le suplicó a Moisés. Moisés intercedió ante Yavé y el fuego se apagó. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a YHVH, y el fuego se extinguió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Clamó entonces el pueblo a Moisés, Moisés intercedió ante Yahveh, y el fuego se apagó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el pueblo clamó a Moisés, y cuando Moisés oró a Jehová, el fuego se extinguió. |
Dios hablaba ya de aniquilarlos; pero Moisés, su elegido, se puso en la brecha frente a él para apartar su cólera del exterminio.
Y le dijo: Si gozo de tu favor, venga mi Señor con nosotros, aunque seamos un pueblo testarudo; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya.
Ojalá oiga el Señor las palabras del copero mayor, a quien su señor, el rey de Asiría, ha enviado para ultrajar al Dios vivo, y castigue las palabras que el Señor, tu Dios, ha oído. Reza por el resto que todavía subsiste.
El Señor me respondió: Aunque estuvieran delante Moisés y Samuel, no me conmovería por ese pueblo. Despáchalos, que salgan de mi presencia.
El rey Sedecías envió a Yehucal, hijo de Selamías, y a Sofonías, hijo de Maasías, sacerdote, para que dijeran al profeta Jeremías: Reza por nosotros al Señor, nuestro Dios.
acudieron al profeta Jeremías y le dijeron: Acepta nuestra súplica y reza al Señor, tu Dios, por nosotros y por todo este resto; porque quedamos muy pocos de la multitud, como lo pueden ver tus ojos.
Entonces Aarón dijo a Moisés: Perdón; no nos exijas cuentas del pecado que hemos cometido insensatamente.
Entonces el pueblo acudió a Moisés diciendo: Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes. Moisés rezó al Señor por el pueblo,
Respondió Simón: Rueguen al Señor por mí, que no me venga encima lo que ustedes han dicho.
Porque así tenía que ser nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado por encima de los cielos;
Por tanto, confiésense los pecados unos a otros y recen unos por otros, para que se curen. Mucho puede la oración intensa del justo:
Si uno se da cuenta de que su hermano peca en algo que no acarrea la muerte, pida por él y Dios le dará vida. Digo los que cometen pecados que no acarrean la muerte. Hay un pecado que acarrea la muerte; no me refiero a éste cuando digo que rece.