y son como paja que empuja el viento, como tamo que arrolla el torbellino?
Mateo 3:12 - Nueva Biblia Española (1975) porque trae el rastrillo en la mano para se-parar el grano de la paja y reunir el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará en un fuego que no se apaga. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. Biblia Nueva Traducción Viviente Está listo para separar el trigo de la paja con su rastrillo. Luego limpiará la zona donde se trilla y juntará el trigo en su granero, pero quemará la paja en un fuego interminable». Biblia Católica (Latinoamericana) Ya tiene la pala en sus manos para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en sus bodegas, mientras que la paja la quemará en el fuego que no se apaga. La Biblia Textual 3a Edicion Tiene su aventador en la mano y limpiará bien su era. Recogerá su trigo en el granero y quemará la paja con fuego inextinguible. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tiene el bieldo en la mano y limpiará su era; recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará en un fuego que no se apaga.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. |
y son como paja que empuja el viento, como tamo que arrolla el torbellino?
El poderoso será la estopa, su obra será la chispa: arderán los dos juntos y no habrá quien los apague.
El les da un grito, y huyen lejos, empujados como tamo del monte por el viento, como vilanos por el vendaval.
Ya no estoy irritado. Si me diera zarzas y cardos, me lanzaría contra ella para quemarlos todos;
el grano no se tritura hasta lo último, sino que se trilla empujando el rodillo del carro, que lo rompe sin triturarlo.
los bueyes y burros que trabajan en el campo comerán forraje fermentado, aventado con bieldo y horquilla.
los aventarás, y el viento los arrebatará, el vendaval los dispersará; y tú te alegrarás con el Señor, te gloriarás del Santo de Israel.
Pues bien, como la lengua de fuego devora el rastrojo y la paja se consume en la llama, su raíz se pudrirá, sus brotes volarán como tamo. Porque rechazaron la ley del Señor de los ejércitos y despreciaron la palabra del Santo de Israel.
Y al salir verán los cadáveres de los que se rebelaron contra mí: su gusano no muere, su fuego no se apaga, y serán el horror de todos los mortales.
cansado de compadecer, los aventé con la horqueta por las ciudades del país; dejé sin hijos, destruí a mi pueblo, y no se convirtieron de su conducta.
Pero si no me escuchan, si no santifican el sábado absteniéndose de meter cargas en sábado por las puertas de Jerusalén, entonces prenderé fuego a sus puertas, que se cebará en los palacios de Jerusalén, sin apagarse.
En aquel tiempo dirán a este pueblo y a Jerusalén: Un viento sopla de las dunas del desierto hacia la capital de mi pueblo: no viento de aventar ni de cribar.
despacho contra Babilonia aventadores que la aventarán y vaciarán su territorio; el día aciago la asediarán;
Por eso así dice el Señor: Miren, mi ira y cólera se derraman sobre este lugar, sobre hombres y ganados, sobre el árbol silvestre, sobre el fruto del suelo, y arden sin apagarse.
Por eso serán nube matutina, rocío que al alba se evapora, tamo arrebatado de la era, humo por la chimenea.
Miren, daré órdenes de zarandear a Israel entre las naciones, como se zarandea una criba sin que caiga un grano a tierra.
Miren que llega el día, ardiente como un horno, cuando arrogantes y malvados serán la paja: ese día futuro los abrasaré y no quedará de ellos rama ni raíz -dice el Señor de los ejércitos-.
Déjenlos crecer juntos hasta la siega. Al tiempo de la siega diré a los segadores: Entresaquen primero la maleza y átenla en manojos para quemarla: el trigo almacénenlo en mi granero.
este Hombre enviará a sus ángeles, escardarán de su reino a todos los corruptores y malvados
y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. Quien tenga oídos, que escuche:
él declaró delante de todos: Yo los bautizo con agua, pero está para llegar el que es más fuerte que yo, y yo no soy bastante para desatarle la correa de las sandalias. Ese los va a bautizar con Espíritu Santo y fuego,
porque trae el rastrillo en la mano para aventar su parva y reunir el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará en un fuego que no se apaga.
Todo sarmiento que en mí no produce fruto, lo corta, y a todo el que produce fruto, lo va limpiando, para que dé más fruto.