Bíobla ar líne

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Lucas 7:7 - Nueva Biblia Española (1975)

Por eso tampoco me atreví a ir en persona; pero con una palabra tuya se curará mi sirviente.

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Biblia Reina Valera 1960

por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra, y mi siervo será sano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ni siquiera soy digno de ir a tu encuentro. Tan solo pronuncia la palabra desde donde estás y mi siervo se sanará.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente donde ti. Basta que tú digas una palabra y mi sirviente se sanará.

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La Biblia Textual 3a Edicion

por lo cual, ni siquiera me consideré digno de ir a ti; pero dilo de palabra, ¡y sea sano° mi mozo!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

por eso, tampoco yo me he considerado digno de presentarme ante ti. Pero dilo de palabra, y que mi criado se cure.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

por lo que ni siquiera me tuve por digno de venir a ti; mas di la palabra, y mi siervo será sano.

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Lucas 7:7
10 Tagairtí Cros  

Envió su palabra para curarlos, para salvarlos de la perdición.


porque él lo dijo, y existió; él lo mandó, y surgió.


diciéndoles: Si obedecen al Señor, su Dios, haciendo lo que él aprueba, escuchando sus mandatos y cumpliendo sus leyes, no les enviaré las enfermedades que he enviado a los egipcios, porque yo soy el Señor, que té cura.


Se quedaron todos tan estupefactos que se preguntaban unos a otros: ¿Qué significa esto? Una enseñanza nueva, autorizada, y además da órdenes a los espíritus inmundos y le obedecen.


Todos comentaban asombrados: ¿Qué tendrá su palabra?, pues, ¿no da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen?


Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: Quiero, queda limpio. Y en seguida se le quitó la lepra.


Jesús se fue con ellos. No estaba ya lejos de la casa, cuando el capitán le envió unos amigos a decirle: Señor, no te molestes, que yo no soy quién para que entres bajo mi techo.


Porque yo, que soy un simple subordinado, tengo soldados a mis órdenes; y si le digo a uno que se vaya, se va; o a otro que venga, viene; y si le digo a mi sirviente que haga algo, lo hace.


Pero ahora miren: yo soy yo, y no hay otro fuera de mi; yo doy la muerte y la vida, yo desgarro y yo curo, y no hay quien libre de mi mano.


El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta;