ya no tendrán que enseñarse unos a otros, mutuamente, diciendo: 'Tienes que conocer al Señor', porque todos, grandes y pequeños, me conocerán -oráculo del Señor- , pues yo perdono sus culpas y olvido sus pecados.
Lucas 1:77 - Nueva Biblia Española (1975) anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Para dar conocimiento de salvación a su pueblo, Para perdón de sus pecados, Biblia Nueva Traducción Viviente Dirás a su pueblo cómo encontrar la salvación mediante el perdón de sus pecados. Biblia Católica (Latinoamericana) para decir a su pueblo lo que será su salvación.
Pues van a recibir el perdón de sus pecados, La Biblia Textual 3a Edicion Y dar conocimiento de salvación a su pueblo, Mediante° el perdón de sus pecados; Biblia Serafín de Ausejo 1975 para dar a su pueblo el conocer la salvación, mediante el perdón de sus pecados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para remisión de sus pecados, |
ya no tendrán que enseñarse unos a otros, mutuamente, diciendo: 'Tienes que conocer al Señor', porque todos, grandes y pequeños, me conocerán -oráculo del Señor- , pues yo perdono sus culpas y olvido sus pecados.
Recorrió entonces toda la región del Jordán proclamando un bautismo, en señal de arrepentimiento, para el perdón de los pecados,
Al día siguiente, mirando a Jesús que venía hacia él, dijo: Mirad el cordero de Dios, el que va a quitar el pecado del mundo.
Pues yo en persona lo he visto y dejo testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
EL testimonio de los Profetas es unánime: que todo el que cree en él recibe por su medio el perdón de los pecados.
Pablo les dijo: El bautismo de Juan era signo de arrepentimiento, mientras le decía al pueblo que creyeran en el que iba a venir después de él, es decir, en Jesús.
Pedro les contestó: Arrepiéntanse, bautícense cada uno confesando que Jesús es Mesías para que se les perdonen los pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse para que se borren sus pecados;
La diestra de Dios lo exaltó haciéndolo Jefe y Salvador, para concederle a Israel el arrepentimiento y el perdón de los pecados.
Dios nos lo ha puesto delante como lugar donde, por medio de la fe, se expían los pecados con su propia sangre. Así demuestra Dios que no fue injusto si dejó impunes con su tolerancia los pecados del pasado,
La derramó sobre nosotros por medio de su Hijo querido, el cual, con su sangre, nos ha obtenido la liberación, el perdón de los pecados; muestra de su inagotable generosidad.