Oí una voz humana junto al río Ulay que gritaba: 'Gabriel, explícale a éste la visión'.
Lucas 1:19 - Nueva Biblia Española (1975) El ángel le contestó: Yo soy Gabriel, que estoy a las órdenes inmediatas de Dios: él me ha enviado a que te hable para darte esta buena noticia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el ángel dijo: —¡Yo soy Gabriel! Estoy en la presencia misma de Dios. ¡Fue él quien me envió a darte esta buena noticia! Biblia Católica (Latinoamericana) El ángel contestó: 'Yo soy Gabriel, el que tiene entrada al consejo de Dios, y he sido enviado para hablar contigo y comunicarte esta buena noticia. La Biblia Textual 3a Edicion Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel,° que asisto en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablar contigo y anunciarte estas buenas nuevas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El ángel le contestó: 'Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios; y he sido enviado para hablar contigo y anunciarte esta buena noticia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado a hablarte y darte estas buenas nuevas. |
Oí una voz humana junto al río Ulay que gritaba: 'Gabriel, explícale a éste la visión'.
Cuidado con mostrar desprecio a un pequeño de estos, porque les digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial'.
Pues mira, te vas a quedar mudo, y no podrás hablar hasta el día que esto suceda, por no haber dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento
A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, que se llamaba Nazaret,
El ángel les dijo: Tranquilícense, miren que les traigo una buena noticia, una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
Estén despiertos y pidan fuerza en todo momento para escapar de todo lo que va a venir y poder así mantenerse en pie ante este Hombre.
Teniendo, pues, un sumo sacerdote extraordinario que ha atravesado los cielos, Jesús el Hijo de Dios, mantengamos firmes la fe que profesamos.