Creció en su presencia como brote, como raíz en el páramo: no tenía presencia ni belleza que atrajera nuestras miradas ni aspecto que nos cautivara.
Levítico 3:12 - Nueva Biblia Española (1975) Si es un cabrito lo que ofrece, lo llevará a la presencia del Señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Si fuere cabra su ofrenda, la ofrecerá delante de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente »Si presentas una cabra como ofrenda, llévala al Señor, Biblia Católica (Latinoamericana) Si su ofrenda es una cabra, la presentará ante Yavé, La Biblia Textual 3a Edicion Y si su ofrenda es una cabra, la hará acercar ante YHVH, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si ofrece una cabra, la presentará delante de Yahveh; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y si fuere cabra su ofrenda la ofrecerá delante de Jehová: |
Creció en su presencia como brote, como raíz en el páramo: no tenía presencia ni belleza que atrajera nuestras miradas ni aspecto que nos cautivara.
Todos errábamos como ovejas, cada uno por su lado, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes.
Si es un holocausto de ganado menor, corderos o cabritos, ofrecerá un macho sin defecto.
Di a los israelitas: Cuando ofrezcan una oblación al Señor, su oferta será de ganado mayor o menor.
Moisés preguntó por el macho cabrío del sacrificio expiatorio, y ya estaba quemado. Se enfadó contra Eleazar e Itamar, únicos hijos vivientes de Aarón, y les dijo:
Cuando tu ofrenda sea un sacrificio de comunión. Si es de ganado mayor, ofrecerá al Señor un macho o una hembra sin defecto.
Aarón tomó el macho cabrío, víctima expiatoria del pueblo, y lo degolló en sacrificio expiatorio, igual que el primer macho cabrío.
Y di a los israelitas: Tomen un macho cabrío para el sacrificio expiatorio, un novillo y un cordero añales y sin defecto, para el holocausto;
Si se trata de un carnero, añadirás una ofrenda de cuarenta y cuatro decilitros de flor de harina amasada con doce decilitros y medio de aceite
Es decir, lo que le resultaba imposible a la Ley, reducida a la impotencia por los bajos instintos, lo ha hecho Dios: envió a su propio Hijo en una condición como la nuestra pecadora, para el asunto del pecado, y en su carne mortal sentenció contra el pecado.
Al que no tenía que ver con el pecado, por nosotros lo cargó con el pecado, para que nosotros, por su medio, obtuviéramos la rehabilitación de Dios.