José los retiró de las rodillas del padre y se postró, rostro en tierra.
Levítico 19:3 - Nueva Biblia Española (1975) Respeten a sus padres y guarden mis sábados. Yo soy el Señor, su Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente »Cada uno de ustedes tenga gran respeto por su madre y su padre, y siempre guarde mis días de descanso. Yo soy el Señor su Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Todos ustedes respetarán a su padre y a su madre y guardarán mis sábados. ¡Yo soy Yavé, su Dios! La Biblia Textual 3a Edicion Cada uno temerá a su madre y a su padre,° y guardaréis° mis días de reposo.° Yo, YHVH vuestro Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cada uno de vosotros respetará a su padre y a su madre; y guardaréis mis sábados. Yo, Yahveh, vuestro Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis sábados guardaréis: Yo soy Jehová vuestro Dios. |
José los retiró de las rodillas del padre y se postró, rostro en tierra.
Les diste a conocer tu santo sábado, les diste preceptos, mandatos y leyes por medio de tu siervo Moisés.
El Señor es quien les da el descanso; por eso el día sexto les da el pan de dos días. Que cada uno se quede en su puesto sin salir de su tienda el día séptimo.
Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tu vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar.
Hijo mío, escucha la corrección de tu padre, no rechaces las instrucciones de tu madre,
Escucha al padre que te engendró, no desprecies la vejez de tu madre:
Al que se burla de su padre y desprecia a su anciana madre, que le saquen los ojos los cuervos y se los coman los aguiluchos.
Si detienes tus pies el sábado, y no traficas en mi día santo; si llamas al sábado tu delicia, y honras el día consagrado al Señor; Si lo honras absteniéndote de viajes, de buscar tu interés, de tratar tus negocios,
Les di también mis sábados como señal recíproca, para que se supiera que yo soy el Señor que los santifico.
Yo soy el Señor, su Dios, santifíquense y sean santos, porque yo soy santo. No se vuelvan impuros con esos reptiles, que se arrastran por el suelo.
Y al quinto podrán comer de ellos; así incrementarán para su provecho el rendimiento del árbol. Yo soy el Señor, su Dios.
No acudan a nigromantes ni consulten adivinos. Quedarán impuros. Yo soy el Señor, su Dios.
Será para ustedes como el indígena: lo amarás como a ti mismo, porque emigrantes fueron ustedes en Egipto. Yo soy el Señor, su Dios.
Durante seis días trabajarán, pero el día séptimo es día de descanso solemne, de asamblea litúrgica. No harán trabajo alguno. Es día de descanso dedicado al Señor en todos sus poblados.
'Honre el hijo a su padre, el esclavo a su amo'. Pues si yo soy padre, ¿dónde queda mi honor?; si yo soy dueño, ¿dónde queda mi respeto? El Señor de los ejércitos les habla a ustedes: '¡Sacerdotes que menosprecian mi nombre!'. Objetan: '¿En qué despreciamos tu nombre?'.
¡Maldito quien desprecie a su padre o a su madre!, y el pueblo a una responderá: ¡Amén!
Honra a tu padre y a tu madre, como te mandó el Señor; así prolongarás la vida y te irá bien en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar.
Más aún, tuvimos por educadores a nuestros padres carnales y los respetábamos. ¿No nos sujetaremos con mayor razón al Padre de nuestro espíritu para tener vida?