suplicándole: Ven a ser nuestro caudillo en la guerra contra los amonitas,
y dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para que peleemos contra los hijos de Amón.
y le dijeron: —¡Ven y sé nuestro comandante! ¡Ayúdanos a pelear contra los amonitas!
y le dijeron: '¡Ven! Tú serás nuestro jefe y nosotros lucharemos con los amonitas'.
y dijeron a Jefté: ¡Ven y serás nuestro jefe y lucharemos contra los hijos de Amón!
y le dijeron: 'Ven y serás nuestro jefe en la guerra contra los amonitas'.
y dijeron a Jefté: Ven y sé nuestro capitán para que peleemos contra los hijos de Amón.
Un hombre agarrará a su hermano en la casa paterna: 'Tienes un manto, sé nuestro jefe, toma el mando de esta ruina'.
Los amonitas, movilizados, acamparon en Atalaya.
Los concejales de Galaad fueron al país de Tob a buscar a Jefté,
pero Jefté les respondió: Ustedes, que por odio me echaron de casa, ¿por qué vienen a mí ahora que se ven en aprieto?