Juan 8:40 - Nueva Biblia Española (1975) en cambio, tratan de matarme a mí, hombre que les he estado exponiendo la verdad que aprendí de Dios. Eso no lo hizo Abrahán. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Biblia Nueva Traducción Viviente En cambio, procuran matarme porque les dije la verdad, la cual oí de Dios. Abraham nunca hizo algo así. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero viene alguien que les dice la verdad, la verdad que he aprendido de Dios, y ustedes quieren matarme. Esta no es la manera de actuar de Abrahán. La Biblia Textual 3a Edicion Pero ahora procuráis matarme, a un hombre que os ha° hablado la verdad, la cual oyó° de parte de Dios. No hizo esto Abraham. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ahora pretendéis matarme: precisamente a mí que os he dicho la verdad, la verdad que he oído estando junto a Dios. Eso no lo hizo Abrahán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; Abraham no hizo esto. |
Después de esto andaba Jesús por Galilea; no quería andar por Judea porque los dirigentes judíos trataban de matarlo.
Mucho tengo que decir de ustedes y condenarlo, pero es digno de fe el que me mandó y lo que yo digo contra el mundo es lo mismo que le he escuchado a él.
Abrahán, su padre, saltó de gozo porque iba a ver este día mío, lo vio y se llenó de alegría.
y al mismo tiempo de todos los circuncisos que, además de estar circuncidados, siguen las huellas de la fe que tuvo nuestro padre Abrahán antes de circuncidarse.
¿Y ahora me he convertido en enemigo suyo por ser sincero con ustedes?
Ahora bien, si entonces el que nació de modo natural perseguía al que nació por el Espíritu, lo mismo ocurre ahora.
Despechado el dragón por causa de la mujer, se marchó a hacer la guerra al resto de su descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús. El dragón se detuvo en la arena del mar.
Su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón se quedó delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando naciera.