Así dice el Señor, Rey de Israel, su redentor, el Señor de los ejércitos: Yo soy el primero y yo soy el último, fuera de mí no hay dios.
Juan 12:13 - Nueva Biblia Española (1975) cogieron los ramos de las palmas, salieron a su encuentro y empezaron a dar gritos: ¡Sálvanos! ¡Bendito el que llega en nombre del Señor, el rey de Israel! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! Biblia Nueva Traducción Viviente tomaron ramas de palmera y salieron al camino para recibirlo. Gritaban: «¡Alabado sea Dios! ¡Bendiciones al que viene en el nombre del Señor! ¡Viva el Rey de Israel!». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces tomaron ramos de palma y salieron a su encuentro gritando: '¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito sea el Rey de Israel!' La Biblia Textual 3a Edicion tomaron ramas de palmeras y salieron a su encuentro, y clamaban: ¡Hosanna!° ¡Bendito el que viene en nombre del° Señor,° el Rey de Israel! Biblia Serafín de Ausejo 1975 tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro, gritando: '¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor: el rey de Israel!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) tomaron ramas de palmas, y salieron a recibirle, y aclamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el Rey de Israel, que viene en el nombre del Señor! |
Así dice el Señor, Rey de Israel, su redentor, el Señor de los ejércitos: Yo soy el primero y yo soy el último, fuera de mí no hay dios.
(Después volverán a buscar los israelitas al Señor, su Dios, y a David, su rey, temblando acudirán al Señor y su riqueza, en un tiempo futuro).
El primer día cortarán ramos de árboles de adorno, palmas, ramas de árboles frondosos y de sauces, y harán fiesta siete días en presencia del Señor.
Que el Señor ha expulsado a los tiranos, ha echado a tus enemigos; el Señor dentro de ti es el rey de Israel y ya no temerás nada malo.
y les digo que ya no volverán a verme hasta que exclamen: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Ha salvado a otros y él no se puede salvar. ¡Rey de Israel! Que baje ahora de la cruz y le creeremos.
Natanael le respondió: Señor mío, tú eres el hijo de Dios, tu eres rey de Israel.
Pero Jesús encontró un borriquillo y se montó en él, como estaba escrito:
No temas, ciudad de Sión, mira a tu rey que llega montado en un borrico (Zac 9,9s).
Ellos entonces se pusieron a dar gritos: ¡Quítalo, quítalo de en medio! ¡Crucifícalo! Pilato les dijo: ¿A su rey voy a crucificar? Replicaron los sumos sacerdotes: No tenernos más rey que el César.
cantaban el cántico de Moisés el siervo de Dios y el cántico del Cordero diciendo: Grandes y admirables son tus obras, Señor Dios, soberano de todo; justo y verdadero tu proceder, rey de las naciones.
En la capa y en el muslo llevaba escrito un título: 'Rey de reyes y Señor de señores'.
Después de esto apareció en la visión una multitud innumerable de toda nación y raza, pueblo y lengua; estaban de pie ante el trono y ante el Cordero, vestidos de blanco y con palmas en la mano;