Al oír estas palabras, los dos discípulos siguieron a Jesús.
Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.
Cuando los dos discípulos de Juan lo oyeron, siguieron a Jesús.
Los dos discípulos le oyeron decir esto y siguieron a Jesús.
Y sus dos discípulos lo oyeron hablar, y siguieron a Jesús.
Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús.
¡Qué alegría saber responder, qué buena es la palabra oportuna!
los de una ciudad irán a los de otra y les dirán: 'Vamos a aplacar al Señor. -Yo voy contigo a visitar al Señor de los ejércitos'.
y, fijando la vista en Jesús que pasaba, dijo: Mirad el cordero de Dios.
Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó: ¿Qué buscáis? Le contestaron: Señor (que equivale a 'Maestro'), ¿dónde vives?
Al día siguiente decidió Jesús salir para Galilea; fue a buscar a Felipe y le dijo: Sígueme.
¿Lo ves? La fe sigue al mensaje, y el mensaje es el anuncio del Mesías.
Malas palabras no les salgan de la boca; lo que digan sea bueno, constructivo y oportuno, así hará bien a los que lo oyen.
Dicen el Espíritu y la esposa: '¡Ven!'. Diga el que escucha: '¡Ven!. Quien tenga sed, que se acerque; el que quiera, tome gratuitamente agua viva.