Aunque cultives la tierra, no te pagará con su fecundidad. Andarás errante y perdido por el mundo.
Joel 2:22 - Nueva Biblia Española (1975) no teman, fieras agrestes, que los prados de la estepa germinarán, los árboles darán sus frutos, la vid y la higuera darán su riqueza. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos. Biblia Nueva Traducción Viviente No teman, animales del campo, porque pronto los pastos del desierto recobrarán su verdor. Los árboles volverán a colmarse de fruto; las higueras y las vides se llenarán una vez más. Biblia Católica (Latinoamericana) No teman, animales del campo, porque los prados del desierto han reverdecido, los árboles han dado su fruto, la higuera y la vid, sus riquezas. La Biblia Textual 3a Edicion No temáis, animales del campo, Porque los pastos del desierto germinarán, Porque el árbol llevará su fruto, Y la vid y la higuera darán su riqueza!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bestias del campo, no temáis, porque reverdecen los pastizales de la estepa, los árboles producen sus frutos, la higuera y la vid dan sus riquezas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos. |
Aunque cultives la tierra, no te pagará con su fecundidad. Andarás errante y perdido por el mundo.
tu justicia es como las altas cordilleras, tus juicios son un océano inmenso. Tú, Señor, socorres a hombres y animales,
las praderas se cubren de rebaños y los valles se visten de mieses que aclaman y cantan.
El Señor consuela a Sión, consuela a sus ruinas: convertirá su desierto en un edén, su yermo en paraíso del Señor; allí habrá gozo y alegría, con acción de gracias al son de instrumentos.
haré que abunden los frutos de los árboles y las cosechas de los campos, para que no los insulten los paganos llamándolos 'muertos de hambre'.
Dirán: Esta tierra desolada está hecha un paraíso, y las ciudades arrasadas, desiertas, destruidas, son plazas fuertes habitadas.
Y ustedes, montes de Israel, echarán frondas y darán fruto para mi pueblo, Israel, que está para llegar.
¿y yo no voy a apiadarme de Nínive, la gran metrópoli, que habitan más de ciento veinte mil hombres que no distinguen la derecha de la izquierda, y muchísimo ganado?
¿cómo les iba? El montón que calculaban pesar veinte pesaba diez; calculaban sacar cincuenta cubos del lagar y sacaban veinte.
Sembrarán tranquilos, la cepa dará su fruto, la tierra dará su cosecha, el cielo dará el rocío; todo se lo lego al resto de este pueblo.
por tanto, ni el que planta significa nada, ni el que riega tampoco; cuenta el que hace crecer, o sea, Dios.