Joel 1:19 - Nueva Biblia Española (1975) A ti, Señor, te invoco, que el fuego se ha cebado en los prados de la estepa, la canícula abrasa los árboles silvestres. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 A ti, oh Jehová, clamaré; porque fuego consumió los pastos del desierto, y llama abrasó todos los árboles del campo. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Señor, ayúdanos! El fuego ha devorado los pastos del desierto y las llamas han consumido todos los árboles. Biblia Católica (Latinoamericana) Oh Yavé, a ti clamo, porque el fuego ha consumido los árboles del campo. La Biblia Textual 3a Edicion A ti clamo, oh YHVH, Porque el fuego devoró los pastizales,° Y la llama ha abrasado todos los árboles del campo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A ti clamo, Yahveh: el fuego ha consumido los pastizales de la estepa, y la llama ha abrasado todos los árboles del campo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) A ti, oh Jehová, clamaré: porque fuego consumió los pastos del desierto, y llama abrasó todos los árboles del campo. |
me invocará y lo escucharé; con él estaré en el peligro, lo defenderé, lo honraré;
porque los campos se horrorizan al faltar la lluvia en el país; los labradores se cubren la cabeza defraudados;
Y así, con su fácil prostituirse, infamó el país, porque cometió adulterio con la piedra y el leño.
Sobre los montes entonaré endechas, en los pastos de la estepa elegías: Están requemadas, nadie transita, no se oye mugir el ganado, aves del cielo y bestias se han escapado.
Y de esto, ¿no les tomaré cuentas? -oráculo del Señor- . De un pueblo semejante, ¿no he de vengarme yo mismo?
En vanguardia el fuego devora, las llamas abrasan en retaguardia; delante la tierra es un vergel, detrás es una estepa desolada; nada se salva.
dijo: El Señor ruge desde Sión, alza la voz desde Jerusalén, y aridecen las majadas de los pastores, se seca la cumbre del Carmelo.
Esto me mostró el Señor: El Señor convocaba a un juicio por el fuego que devoraba el gran Océano y devoraba la Finca.
Pero yo estoy alerta aguardando al Señor, mi Dios y salvador: mi Dios me escuchará.
Para explicarles que tenían que orar siempre y no desanimarse, les propuso esta parábola:
pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos si ellos le gritan día y noche?, o ¿les hará esperar?