Jeremías 3:4 - Nueva Biblia Española (1975) Ahora mismo me dices: 'Tú eres mi padre, mi amigó de juventud'; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 A lo menos desde ahora, ¿no me llamarás a mí, Padre mío, guiador de mi juventud? Biblia Nueva Traducción Viviente Aun así me dices: “Padre, tú has sido mi guía desde mi juventud. Biblia Católica (Latinoamericana) Mas aún me llamabas: 'Padre mío, tú, el amigo de mi juventud, ¿tendrás rencor para siempre? ¿Durará eternamente tu cólera?' La Biblia Textual 3a Edicion Ahora mismo me dices: Tú eres mi Padre, mi amigo de juventud; Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No acabas de implorarme ahora mismo: ¡Padre mío! El amigo de mi juventud eres tú? Biblia Reina Valera Gómez (2023) A lo menos desde ahora, ¿no clamarás a mí: Padre mío, guiador de mi juventud? |
Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas;
porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
Ve, grita, que lo oiga Jerusalén: Así dice el Señor: Recuerdo tu cariño de joven, tu amor de novia, cuando me seguías por el desierto, por tierra yerma.
dicen a un leño: Eres mi padre; a una piedra: Me has dado a luz; me dan la espalda y no la cara, pero en el aprieto dicen: ¡Ven a salvarnos!
Yo había pensado contarte entre mis hijos, darte una tierra envidiable, la perla de las naciones en heredad, esperando que me llamaras 'padre mío' y no te apartaras de mí;
¿hasta cuándo estarás indecisa, muchacha esquiva?, que el Señor crea de nuevo en el país, y la hembra abrazará al varón.
si marcharon llorando, los conduciré entre consuelos, los guiaré hacia torrentes, por vía llana y sin tropiezos. Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito.
Allí le daré sus viñas, y el Valle de la Desgracia será Paso de la Esperanza. Allí me responderá como en su juventud, como cuando salió de Egipto.
'Honre el hijo a su padre, el esclavo a su amo'. Pues si yo soy padre, ¿dónde queda mi honor?; si yo soy dueño, ¿dónde queda mi respeto? El Señor de los ejércitos les habla a ustedes: '¡Sacerdotes que menosprecian mi nombre!'. Objetan: '¿En qué despreciamos tu nombre?'.
Preguntan por qué; porque el Señor dirime tu causa con la mujer de tu juventud, a la que fuiste infiel, aunque era compañera tuya, esposa de alianza.