Abrahán le replicó: En ningún caso lleves a mi hijo allá.
Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá.
—¡No! —contestó Abraham—. Procura no llevar nunca a mi hijo allí.
Abrahán le contestó: 'Por ningún motivo llevarás allá a mi hijo.
Entonces Abraham le dijo: Guárdate de no hacer volver a mi hijo allá.
Díjole Abrahán: 'Guárdate de llevar allá a mi hijo.
El sirviente contestó: Y si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿tengo que llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?
En caso de que la mujer no quiera venir contigo, quedas libre del juramento. Sólo que a mi hijo no lo lleves allá.
Para que seamos libres nos liberó el Mesías; así que manténganse firmes y no se dejen atar de nuevo al yugo de la esclavitud.
Y nosotros no somos de los que se echan atrás y perecen, sino hombres fieles que conservan la vida.
Por la fe emigró a la tierra prometida como un extranjero, habitando en tiendas con Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa.