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Ester 5:2 - Nueva Biblia Española (1975)

Cuando vio a la reina Ester, de pie en el patio, la miró complacido, extendió hacia ella el cetro de oro que tenía en la mano y Ester se acercó a tocar el extremo del cetro.

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Biblia Reina Valera 1960

Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester y tocó la punta del cetro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando vio a la reina Ester de pie en el patio interior, ella logró el favor del rey y él le extendió el cetro de oro. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y sucedió que cuando el rey vio a la reina Ester, que estaba en pie en el patio, ella halló gracia ante sus ojos, y el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en su mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando el rey vio a la reina Ester de pie en el atrio, se sintió complacido. El rey tendió hacia Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Ester se acercó y tocó la extremidad del cetro.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y fue que cuando el rey vio a la reina Esther que estaba en el patio, ella obtuvo gracia en sus ojos; y el rey extendió a Esther el cetro de oro que tenía en su mano. Entonces se acercó Esther y tocó la punta del cetro.

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Ester 5:2
9 Tagairtí Cros  

Le replicó: Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con dioses y con hombres y has vencido.


Señor, mantén tus oídos atentos a la oración de tu siervo y a la oración de tus siervos que están dispuestos a respetarte. Haz que tu siervo acierte y logre conmover a ese hombre. Yo era copero del rey,


A Hegeo le gustó la muchacha, y como le agradó le dio inmediatamente las cremas de tocador y los alimentos y le asignó siete esclavas, escogidas del palacio real; después la trasladó, con sus esclavas, a un apartamento mejor dentro del harén.


Los funcionarios reales y la gente de las provincias del Imperio saben que, por decreto real, cualquier hombre o mujer que se presente al rey en el patio interior sin haber sido llamado es reo de muerte; a no ser que el rey, extendiendo su cetro de oro, le perdone la vida. Pues bien, hace un mes que el rey no me ha llamado.


Cuando el rey extendió hacia Ester el cetro de oro, ella se levantó y quedó en pie ante el rey.


Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante,


El corazón del rey es una acequia en manos de Dios: la dirige a donde quiere.


EL se quedó mirándolo y le preguntó asustado: ¿Qué quieres, Señor? Le contestó el ángel: Tus oraciones y tus limosnas han llegado hasta Dios y las tiene presentes.


y lo sacó de todas sus desgracias; además le dio una sabiduría que le ganó el favor del Faraón, rey de Egipto, y éste lo nombró gobernador de Egipto y de todas sus posesiones'.