Abner y los suyos caminaron por el páramo toda aquella noche, cruzaron el Jordán, caminaron toda la mañana y llegaron a Los Castros.
2 Samuel 4:7 - Nueva Biblia Española (1975) Recab y su hermano Baaná entraron libremente en la casa, llegaron a la alcoba donde estaba echado Isbaal y lo hirieron de muerte; luego le cortaron la cabeza, la recogieron y caminaron toda la noche a través de la estepa. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando entraron en la casa, Is-boset dormía sobre su lecho en su cámara; y lo hirieron y lo mataron, y le cortaron la cabeza, y habiéndola tomado, caminaron toda la noche por el camino del Arabá. Biblia Nueva Traducción Viviente Entraron en la casa y encontraron a Is-boset dormido en su cama. Lo golpearon, lo mataron y le cortaron la cabeza. Luego tomaron la cabeza y huyeron durante la noche a través del valle del Jordán. Biblia Católica (Latinoamericana) entraron en la casa y encontraron a Isbaal tendido en la cama de su dormitorio. Lo golpearon y le cortaron la cabeza, después caminaron toda la noche por el camino de la Arabá, llevando la cabeza. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando entraron en la casa, estaba él acostado sobre su lecho en la alcoba y lo hirieron y mataron, y luego lo decapitaron. Entonces tomaron su cabeza y marcharon por el camino del Arabá toda la noche. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando entraron en la casa, Isbaal estaba durmiendo en la cama de su alcoba. Le hirieron de muerte, le cortaron la cabeza, la tomaron consigo y estuvieron huyendo por el camino de la Arabá durante toda la noche. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque cuando entraron en la casa, él estaba en su cama en su cámara de dormir, y lo hirieron y mataron, y le cortaron la cabeza, y habiéndola tomado, caminaron toda la noche por el camino del Arabá. |
Abner y los suyos caminaron por el páramo toda aquella noche, cruzaron el Jordán, caminaron toda la mañana y llegaron a Los Castros.
bullirá el Nilo de ranas que subirán, se meterán en tu palacio, por habitaciones y alcobas y hasta tu cama; lo mismo pasará en casa de tus ministros y de tu pueblo, en hornos y artesas.
Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la llevó a su madre.
David corrió y se paró junto al filisteo, le agarró la espada, la desenvainó y lo remató, cortándole la cabeza. Los filisteos, al ver que había muerto su, campeón, huyeron.
David tomó la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalén; las armas las guardó en su tienda.
Lo decapitaron, lo despojaron de sus armas y las enviaron por todo el territorio filisteo, llevando la buena noticia a sus ídolos y al pueblo.