Pero mi oración se dirige a ti, Dios mío, en el momento propicio; respóndeme por tu gran lealtad, por tu fidelidad que salva;
2 Corintios 6:2 - Nueva Biblia Española (1975) (Dice él: 'En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda”; pues miren, ahora es tiempo propicio, ahora es día de salvación). Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues Dios dice: «En el momento preciso, te oí. En el día de salvación te ayudé». Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación. Biblia Católica (Latinoamericana) Dice la Escritura: En el momento fijado te escuché, en el día de la salvación te ayudé. Este es el momento favorable, éste es el día de la salvación. La Biblia Textual 3a Edicion (porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido:° ¡He aquí ahora el tiempo aceptable! ¡He aquí ahora el día de salvación!), Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues dice: En el momento favorable te atendí y en día saludable te presté ayuda. Ahora es el tiempo favorable; ahora es el día de salvación. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable, he aquí ahora el día de salvación. |
Pero mi oración se dirige a ti, Dios mío, en el momento propicio; respóndeme por tu gran lealtad, por tu fidelidad que salva;
Así dice el Señor: En tiempo de gracia te he respondido, en día propicio te he auxiliado; te he defendido y constituido alianza del pueblo; para restaurar el país, para repartir heredades desoladas,
para proclamar el año de gracia del Señor, el día del desquite de nuestro Dios; para consolar a los afligidos, los afligidos de Sión;
Pasando de nuevo a tu lado, te vi. en la edad del amor; extendí sobre ti mi manto para cubrir tu desnudez; te comprometí conjuramento, hice alianza contigo -oráculo del Señor- y fuiste mía.
no, mientras resuena ese 'hoy', anímense unos a otros día tras día, para que ninguno se endurezca seducido por el pecado.
Dios señala otro día, hoy, al decir mucho tiempo después, por boca de David, lo antes, citado: 'Si hoy oyen su voz, no endurezcan el corazón'