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2 Corintios 2:16 - Nueva Biblia Española (1975)

para éstos, un olor que da muerte y sólo muerte; para los otros, un olor que da vida y sólo vida. Y para esto, ¿quién tiene aptitudes?

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Biblia Reina Valera 1960

a estos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Para los que se pierden, somos un espantoso olor de muerte y condenación, pero para aquellos que se salvan, somos un perfume que da vida. ¿Y quién es la persona adecuada para semejante tarea?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Para los que se pierden es olor de muerte que lleva a la muerte; para los que se salvan, fragancia de vida que conduce a la vida. Pero ¿quién está a la altura de esta misión?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

a los unos somos, olor de muerte para muerte; y a los otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién está capacitado?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

en éstos, fragancia que lleva de muerte a muerte, en aquéllos, fragancia que lleva de vida a vida. Y para esto, ¿quién está capacitado?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

a estos ciertamente olor de muerte para muerte; y a aquéllos fragancia de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?

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2 Corintios 2:16
9 Tagairtí Cros  

y hagan una oblación al Señor, de ganado mayor o menor -sea holocausto o sacrificio de comunión voluntario o en cumplimiento de un voto o con ocasión de una fiesta, oblación de aroma que aplaca al Señor-,


Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: Mira: éste está puesto para que todos en Israel caigan o se levanten; será una bandera discutida,


Añadió Jesús: Yo he venido a abrir un proceso contra el orden éste; así, los que no ven, verán, y los que ven, quedarán ciegos.


Sin embargo, por favor de Dios soy lo que soy y ese favor suyo no ha sido en vano; al contrario: he rendido más que todos ellos, no yo, es verdad, sino el favor de Dios que me acompaña.


He sido un insensato, ustedes me obligaron. Hablar en favor mío debería ser cosa suya, pues, aunque yo no sea nadie, en nada soy menos que esos superapóstoles.