Biblia Todo Logo
Διαδικτυακή Βίβλος
- Διαφημίσεις -





Jeremías 51:13 - Biblia Version Moderna (1929)

13 ¡Ah, tú que habitas junto a las muchas aguas, tú que abundas en riquezas, ya vino tu fin; colmóse la medida de tu rapacidad!

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο


Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

13 Tú, la que moras entre muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, la medida de tu codicia.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Tú eres una ciudad junto a un gran río, un gran centro comercial, pero tu fin ha llegado. Se cortó el hilo de tu vida.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Tú que resides cerca de grandes ríos, tú, rica en tesoros ha llegado tu fin, el término de tus rapiñas.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

La Biblia Textual 3a Edicion

13 ¡Oh tú que vives sobre muchas aguas, Y abundas en tus riquezas! Tu fin ha llegado, tu trama fue cortada.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 ¡Tú, la que habitas junto a aguas caudalosas, rica en tesoros! Tu fin ha llegado, el plazo del corte de tu vida.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Oh tú que habitas entre muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, la medida de tu codicia.

Δείτε το κεφάλαιο αντίγραφο




Jeremías 51:13
24 Σταυροειδείς Αναφορές  

Y dijo Dios a Noé: El fin de toda carne ha llegado delante de mí; porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos, y he aquí que voy a destruirlos juntamente con la tierra.


JUNTO a los ríos de Babilonia, allí nos sentamos, y también lloramos, acordándonos de Sión.


Así dice Jehová vuestro Redentor, el Santo de Israel: Por vuestra causa he enviado a Babilonia, y he hecho descender, como fugitivos, a todos ellos (es a saber, a los Caldeos) a las naves, que eran su regocijo.


y te entregaré los tesoros de las tinieblas, y las escondidas riquezas de lugares secretos; para que sepas que yo, Jehová, el que te llama por tu nombre, soy el Dios de Israel.


A causa de la iniquidad de su codicia, me indigné, y le castigué repetidas veces; escondí mi rostro, estando indignado: y él siguió andando perversamente en el camino de su corazón.


A la manera que la perdiz cobija huevos que ella no puso, así el que hace riquezas mas no con justicia, las dejará en la mitad de sus días, y a su postrimería será un insensato.


¡Pasad a cuchillo a todos sus, valientes! ¡desciendan ellos al matadero! ¡ay de ellos, porque ha llegado su día, y el tiempo de su visitación!


He aquí que estoy yo contra ti, oh reino orgulloso, dice el Señor, Jehová de los Ejércitos; pues ya vino tu día, el tiempo de tu visitación.


Caerá la espada sobre sus caballos y sobre sus carros de guerra; y sobre toda la gente mixta que hay en medio de ella, y ellos se tornarán como mujeres; la espada caerá sobre los tesoros de ella, los cuales serán saqueados.


Por tanto, asi dice Jehová: He aquí que yo defenderé tu causa, y vengaré tus agravios, y secaré la mar de ella, y haré que se sequen sus fuentes.


TSADE.- ¡Los enemigos cazaban nuestros pasos, de modo que no podíamos transitar por las calles: cercano está nuestro fin, cumplidos son nuestros días; porque ya ha llegado nuestro fin!


Y esta es la interpretación de ella MENÉ: Ha numerado Dios tu reino y ha hecho fin de él.


Y él me dijo: ¿Qué es lo que ves, Amós? Y respondí: Un canasto de frutas de verano. Entonces Jehová me dijo: Ha llegado el fin de mi pueblo Israel; ya no le pasaré más por alto.


¶Pero el fin de todas las cosas se acerca; sed pues sobrios, y vigilantes en las oraciones:


También en avaricia, con palabras engañosas, harán tráfico de vosotros; el juicio de los cuales ya de largo tiempo atrás no se tarda, y su destrucción no se duerme.


Y VINO uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones, y habló conmigo, diciendo: Ven acá; te mostraré el juicio de la gran ramera, que está sentada sobre muchas aguas;


Y me dijo: Las aguas que viste, endonde la ramera está sentada, son pueblos, y multitudes, y naciones, y lenguas.


Y arrojaban polvo sobre sus cabezas, y daban alaridos, llorando y lamentándose, diciendo: ¡Ay, ay de aquella gran ciudad, en la cual se enriquecieron todos los que tenían naves en el mar, a causa de sus preciosidades; porque en una sola hora ha sido desolada!


Ακολουθησε μας:

Διαφημίσεις


Διαφημίσεις