Jeremías 4:30 - Biblia Version Moderna (1929)30 Y tú, una vez desolada, ¿qué harás? Aunque te vistas de escarlata, aunque te engalanes de adornos de oro, aunque te pintes los ojos con antimonio, en vano querrás embellecerte: te desprecian tus amantes; buscan tu vida. Δείτε το κεφάλαιοΠερισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 196030 Y tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciarán tus amantes, buscarán tu vida. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Nueva Traducción Viviente30 ¿Qué es lo que haces, tú que has sido saqueado? ¿Por qué te vistes de ropas hermosas y te pones joyas de oro? ¿Por qué te resaltas los ojos con rímel? ¡Arreglarte así de nada te servirá! Los aliados que fueron tus amantes te desprecian y buscan tu muerte. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Católica (Latinoamericana)30 Y tú, la devastada, ¿qué vas a hacer? Aunque te pongas vestidos de púrpura, te adornes con joyas de oro y te pintes con lápiz los ojos, en vano te estás haciendo bonita, pues no les interesa a tus amantes y sólo buscan quitarte la vida. Δείτε το κεφάλαιοLa Biblia Textual 3a Edicion30 Y una vez° desolada, ¿qué harás tú? Aunque te vistas de escarlata, Aunque te engalanes con adornos de oro, Aunque te pintes los ojos con antimonio,° En vano querrás embellecerte: Tus amantes te desprecian; buscan tu vida.° Δείτε το κεφάλαιοBiblia Serafín de Ausejo 197530 Y tú, la devastada, ¿qué haces, que te vistes de púrpura que te adornas con adornos de oro, que te pintas ojos rasgados? En vano te acicalas: los amantes te desprecian es tu vida lo que buscan. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Reina Valera Gómez (2023)30 Y tú, asolada, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciaron tus amantes, buscarán tu vida. Δείτε το κεφάλαιο |
En el Edén, jardín de Dios, estabas; de toda piedra preciosa era tu vestidura: el sardio, el topacio y el diamante, el berilo, el ónice y el jaspe, el zafiro, la esmeralda y el carbunclo, y el oro. Los primores de tus panderos y de tus flautas estuvieron apercibidos para ti; en el día de tu creación.