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Génesis 44:8 - Biblia Version Moderna (1929)

8 He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales volvimos a traértelo desde la tierra de Canaán; ¿cómo pues habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro?

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Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

8 He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 ¿Acaso no devolvimos el dinero que encontramos en nuestros costales? Lo trajimos de vuelta desde la tierra de Canaán. ¿Por qué robaríamos oro o plata de la casa de su amo?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Si te trajimos desde Canaán la plata que encontramos en nuestras bolsas, ¿cómo íbamos ahora a robar oro y plata de la casa de tu señor?

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 He aquí, la plata que hallamos en la boca de nuestros costales, te la volvimos a traer desde la tierra de Canaán, ¿cómo, pues, hurtaríamos de la casa de tu señor plata u oro?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Desde la tierra de Canaán te hemos devuelto el dinero que encontramos en la boca de nuestros sacos. ¿Cómo, pues íbamos a robar oro ni plata de la casa de tu amo?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro?

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Génesis 44:8
12 Σταυροειδείς Αναφορές  

Y decían el uno al otro: Verdaderamente somos dignos de castigo en cuanto a nuestro hermano; porque vimos la angustia de su alma, cuando nos rogaba tuviésemos piedad de él, y no le escuchamos; por tanto a nosotros nos ha sobrevenido este trance angustioso.


Mas al abrir uno de ellos su saco para dar un pienso a su asno en la posada, vió su dinero; porque, he aquí, estaba en la boca de su costal.


Y sucedió que al vaciar sus sacos, ¡he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero! y cuando ellos y su padre vieron los atados de su dinero, tuvieron temor.


Y tomad doble cantidad de dinero en vuestra mano; también el dinero devuelto en la boca de vuestros costales volvedlo a llevar en vuestra mano: quizás fué yerro.


Y los hombres se sobrecogieron de temor cuando se vieron conducidos a casa de José; y decían: Por motivo del dinero que fué devuelto en nuestros costales la vez primera, somos traídos acá, para entrar en pleito con nosotros, y arrojarse sobre nosotros, y tomarnos como siervos, a nosotros y a nuestros asnos.


A lo cual ellos le contestaron: ¿Por qué dice mi señor tales palabras? ¡No permita Dios que hagan tus siervos semejante cosa!


¿Cuáles? le replicó. Y Jesús dijo: No matarás; No cometerás adulterio; No hurtarás; No dirás falso testimonio;


Porque esto:No cometerás adulterio;No matarás;No hurtarás;No codiciarás;y cualquier otro mandamiento que haya, en esta palabra se resume, es a saber: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.


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