Esdras 5:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual11 nos respondieron lo siguiente: “Nosotros adoramos al Dios todopoderoso, y estamos reconstruyendo el templo que fue edificado hace muchos años por un gran rey de Israel. Δείτε το κεφάλαιοΠερισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 196011 Y nos respondieron diciendo así: Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y reedificamos la casa que ya muchos años antes había sido edificada, la cual edificó y terminó el gran rey de Israel. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Nueva Traducción Viviente11 »Ellos dieron la siguiente respuesta: “Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y estamos reconstruyendo el templo que, hace muchos años, edificó aquí un gran rey de Israel. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Católica (Latinoamericana)11 Esta fue la respuesta que nos dieron: Nosotros somos los servidores del Dios del cielo y de la tierra, y reconstruimos el Templo que fue edificado hace muchos años; un gran rey de Israel lo edificó y terminó. Δείτε το κεφάλαιοLa Biblia Textual 3a Edicion11 Y nos respondieron diciendo así: Nosotros somos siervos del Dios de los cielos y de la tierra, y reedificamos la Casa que fue construida hace muchos años, la cual edificó y terminó un gran rey de Israel. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Serafín de Ausejo 197511 Y ésta es la respuesta que nos han dado: 'Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y estamos reconstruyendo el templo que fue edificado hace muchos años, el que un gran rey de Israel construyó y llevó a término'. Δείτε το κεφάλαιοBiblia Reina Valera Gómez (2023)11 Y nos respondieron, diciendo así: Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y reedificamos la casa que ya muchos años antes había sido edificada, la cual edificó y terminó el gran rey de Israel. Δείτε το κεφάλαιο |
Salomón tardó veinte años en construir el templo de Dios y su palacio. Para edificarlos, Hiram, el rey de Tiro, le dio a Salomón toda la madera de cedro y de pino, y todo el oro que quiso. En total, le dio tres mil novecientos sesenta kilos de oro. Por eso, cuando terminó la construcción, Salomón le entregó a Hiram veinte ciudades de la región de Galilea. Pero cuando Hiram fue a ver las ciudades que Salomón le había dado, no le gustaron, así que le reclamó: «Yo pensé que eras mi amigo. Estas ciudades que me diste no valen nada». Por eso las llamó Cabul, que significa «como nada», y ese es el nombre que tienen hasta el momento en que esto se escribe.
Si no quieren serle obedientes, decidan hoy a quién van a dedicar su vida. Tendrán que elegir entre los dioses a quienes sus antepasados adoraron en Mesopotamia, y los dioses de los amorreos en cuyo territorio ustedes viven ahora. Pero mi familia y yo hemos decidido dedicar nuestra vida a nuestro Dios.