Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti no levantará hombre mano ni pie en toda la tierra de Egipto.
Juan 3:35 - Biblia Version Moderna (1929) El Padre ama al Hijo, y ha puesto todas las cosas en su mano. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. Biblia Nueva Traducción Viviente El Padre ama a su Hijo y ha puesto todo en sus manos. Biblia Católica (Latinoamericana) El Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en sus manos. La Biblia Textual 3a Edicion El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El Padre ama al Hijo y todas las cosas ha dado en su mano. |
Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti no levantará hombre mano ni pie en toda la tierra de Egipto.
Y cuando padecía hambre toda la tierra de Egipto, clamó el pueblo a Faraón por pan; y dijo Faraón a todos los Egipcios: Id a José; todo lo que él os dijere, hacedlo.
¡Pídeme, y te daré las naciones por tu herencia, y por tu posesión los confines de la tierra!
entonces estaba yo a su lado, como el arquitecto de todo; y era su delicia de día en día, regocijándome siempre delante de él;
¡HE aquí a mi Siervo, a quien yo sustento, mi Escogido, en quien se complace mi alma; he puesto mi Espíritu sobre él, y traerá justicia a las naciones!
Y fuéle dado el dominio, y la gloria, y el reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirviesen: su dominio es un dominio eterno, que jamás pasará, y su reino el que nunca será destruído.
Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoce nadie, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.
Todavía hablaba él, cuando, he aquí, una nube de luz que les cubrió; y he aquí una voz salía de la nube que decía: ¡Éste es mi amado Hijo, en quien tengo mi complacencia! ¡oídle a él!
Acercándose entonces Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y sobre la tierra.
Y he aquí una voz procedente de los cielos que decía: Este es mi amado Hijo, en quien tengo mi complacencia.
Todas las cosas me son entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.
conociendo Jesús que el Padre había entregado todas las cosas en sus manos, y que había venido de Dios, y estaba para ir a Dios,
Como el Padre me ama a mí, así también yo os he amado a vosotros: permaneced vosotros en mi amor.
según le has dado poder sobre toda carne, para que a todos aquellos que le has dado, les dé vida eterna.
yo en ellos, y tú en mí, para que ellos sean hechos perfectos en la unidad; para que conozca el mundo que tú me enviaste, y que los has amado a ellos, así como me has amado a mí.
Y les he dado a conocer tu nombre, y se lo daré a conocer; para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.
Porque el Padre ama al Hijo, y le manifiesta todo cuanto él hace; y le manifestará obras mayores que éstas, de modo que vosotros os maravilléis.
Porque el Padre no juzga a ninguno, mas todo el juicio lo ha encomendado al Hijo;
Porque está escrito: Todas las cosas las sujetó, Dios, debajo de sus pies. Mas cuando dice: Todas las cosas le están sujetas, claro es que está exceptuado Aquel que se las sujetó todas a él.
y ha puesto todas las cosas bajo sus pies, y le ha constituído cabeza sobre todas las cosas, con respecto a su Iglesia,
en estos postreros días, nos ha hablado a nosotros por su Hijo; a quien ha constituído heredero de todas las cosas, por medio de quien también hizo el universo.
el cual, habiendo ido al cielo, está a la diestra de Dios, estando sujetos a él ángeles y autoridades y potestades.