los aborrecedores de Jehová le dirían lisonjas serviles; pero el tiempo de ellos sería para siempre.
Juan 15:24 - Biblia Version Moderna (1929) Si yo no hubiera hecho entre ellos obras cuales nadie las ha hecho jamás, no hubieran tenido pecado; ahora empero las han visto, y han odiado tanto a mí como a mi Padre. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre. Biblia Nueva Traducción Viviente Si yo no hubiera hecho entre ellos esas señales tan milagrosas que nadie más podría hacer, no serían culpables; pero la verdad es que vieron todo lo que hice, y aun así nos siguen odiando a mí y a mi Padre. Biblia Católica (Latinoamericana) Si yo no hubiera hecho en medio de ellos obras que nadie hizo jamás, no serían culpables de pecado; pero las han visto y me han odiado a mí y a mi Padre. La Biblia Textual 3a Edicion Si no hubiera hecho° entre ellos las obras que ningún otro hizo, no tendrían° pecado; pero ahora las han visto, y a pesar de eso, nos han aborrecido tanto a mí como a mi Padre, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro ha realizado no serían culpables; ahora, aunque las han visto, nos han odiado tanto a mí como a mi Padre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora también ellos las han visto, y nos han aborrecido a mí y a mi Padre. |
los aborrecedores de Jehová le dirían lisonjas serviles; pero el tiempo de ellos sería para siempre.
no te inclinarás a ellas ni les darás culto; porque yo soy Jehová tu Dios; Dios celoso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y la cuarta generación de los que me odian,
Mas aquel que peca contra mí hace agravio a su propia alma: ¡todos los que me odian, aman la muerte!
los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es predicado el evangelio;
Porque vino Juan a vosotros en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, al ver esto, no lo sentisteis después, para creerle.
Y echado fuera el demonio, el mudo hablaba: y las gentes quedaron asombradas, diciendo: ¡Nunca se vió semejante cosa en Israel!
Y levantóse, y alzando al punto la camilla, salió delante de todos ellos; de modo que quedaron asombrados todos, y glorificaban a Dios, diciendo: ¡Jamás vimos semejante cosa!
Y él les dijo: ¿Qué cosas? A lo que ellos dijeron: Las cosas con respecto a Jesús el Nazareno, que fué profeta, poderoso en obra y palabra, delante de Dios y de todo el pueblo;
Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado por parte de mi Padre; ¿por cuál de estas obras queréis apedrearme?
Pero los jefes de los sacerdotes consultaban cómo podrían matar a Lázaro también;
Jesús le dice: Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, ¿y todavía no me conoces, Felipe? el que me ha visto a mí ha visto al Padre; ¿cómo pues dices tú: Muéstranos al Padre?
Pero todo esto harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.
Si yo no hubiera venido y les hubiera hablado, no hubieran tenido pecado; mas ahora no tienen excusa por su pecado.
Éste vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabbí, sabemos que eres un maestro venido de Dios; porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces, a menos que Dios esté con él.
Empero el testimonio que yo tengo mayor es que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha dado que cumplir, las mismas obras que hago, dan testimonio de mí que el Padre me ha enviado.
Y de entre el pueblo muchos creyeron en él; y decían: Cuando venga el Cristo, ¿hará por ventura más milagros que los que ha hecho este hombre?
Desde el principio del mundo, no se oyó jamás que nadie abriera los ojos a uno que nació ciego.
Díjoles Jesús: Si fuerais ciegos no tendríais pecado: ahora empero decís: Nosotros vemos; por tanto, vuestro pecado permanece.
relativo a Jesús de Nazaret; cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo bienes por todas partes, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él.
¶¡Varones de Israel, escuchad estas palabras! Jesús Nazareno, varón acreditado para vosotros, de parte del mismo Dios, por obras poderosas, y maravillas, y señales que hizo Dios por él en medio de vosotros (como vosotros mismos lo sabéis),
detractores, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de cosas malas, desobedientes a sus padres;
no te inclinarás a ellas, ni les darás culto; porque yo soy Jehová tu Dios; Dios celoso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y la cuarta generación de los que me odian,
traidores, protervos, hinchados de orgullo, amadores de los placeres, más bien que amadores de Dios;
¡Almas adúlteras! ¿no sabéis acaso que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Aquel pues que quisiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios.