Y el rey tuvo compasión de Mefiboset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, en atención al juramento de Jehová que había entre ellos, es decir, entre David y Jonatán hijo de Saúl.
Josué 9:18 - Biblia Version Moderna (1929) Y no los hirieron los hijos de Israel, porque los príncipes de la Congregación les habían jurado por Jehová, el Dios de Israel: y toda la congregación murmuró contra los príncipes. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y no los mataron los hijos de Israel, por cuanto los príncipes de la congregación les habían jurado por Jehová el Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los príncipes. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, como los líderes israelitas habían hecho un voto en el nombre del Señor, Dios de Israel, no atacaron a ninguna de las ciudades gabaonitas. Entonces el pueblo de Israel se quejó contra sus líderes por causa del tratado. Biblia Católica (Latinoamericana) Los israelitas no los mataron porque los jefes de la comunidad les habían hecho un juramento en nombre de Yavé, el Dios de Israel, pero toda la comunidad murmuró contra los jefes. La Biblia Textual 3a Edicion Y los hijos de Israel no los hirieron porque los jefes de la comunidad les habían hecho juramento por YHVH, Dios de Israel. Y toda la comunidad murmuró contra los jefes, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los israelitas no los atacaron a causa del juramento que los jefes de la comunidad les habían hecho en nombre de Yahveh, Dios de Israel; pero toda la comunidad murmuró contra los jefes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no los hirieron los hijos de Israel, por cuanto los príncipes de la congregación les habían jurado por Jehová Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los príncipes. |
Y el rey tuvo compasión de Mefiboset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, en atención al juramento de Jehová que había entre ellos, es decir, entre David y Jonatán hijo de Saúl.
en cuyos ojos el vil es despreciado: mas honra a los que temen a Jehová; el que jura en perjuicio suyo, y no vacila en cumplir;
No hables temerariamente con tu boca, y no se apresure tu corazón a proferir cualquiera cosa delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto sean pocas tus palabras.
No permitas que tu boca haga pecar a tu carne; ni digas en presencia del ángel que fué un yerro. Pues ¿por qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz, y destruir la obra de tus manos?
Todo les sucede a ellos lo mismo que a todos. Un mismo acontecimiento espera a los justos y a los inicuos, a los buenos y a los puros y a los impuros; también al que sacrifica y al que no ofrece sacrificio; tanto al bueno como al pecador; y al que jura profanamente lo mismo que a aquel que teme el juramento.
Empero la mujer, cuando hiciere voto a Jehová, o se obligare con entredicho en casa de su padre, en su mocedad,
Mas lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y cumplirás, conforme prometiste a Jehová tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.
¶Cuando entrares en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas a tu gusto, hasta saciarte; mas no las pondrás en tu canasto.
En efecto, levantaron el campamento los hijos de Israel, y al día tercero llegaron a las ciudades de ellos: y sus ciudades eran Gabaón, Cafira, Beerot y Kiryat-jearim.
Pero todos los príncipes dijeron a toda la Congregación: Nosotros les hemos jurado por Jehová, el Dios de Israel; por lo cual no podemos tocarlos.