Mas vino Dios a Abimelec, en sueños de la noche, y le dijo: ¡He aquí, muerto eres, por causa de la mujer que has tomado, porque es casada con marido!
Génesis 37:9 - Biblia Version Moderna (1929) Y soñó aún otro sueño, y contólo a sus hermanos, diciendo: He aquí, he soñado otro sueño más; y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban ante mí. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. Biblia Nueva Traducción Viviente Al poco tiempo José tuvo otro sueño y de nuevo se lo contó a sus hermanos. —Escuchen, tuve otro sueño —les dijo—. ¡El sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí! Biblia Católica (Latinoamericana) Tuvo José todavía otro sueño, y también se lo contó a sus hermanos: 'Tuve otro sueño; esta vez el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí. La Biblia Textual 3a Edicion Y soñó aun otro sueño, y lo refirió a sus hermanos, y dijo: Mirad, he soñado otro sueño, y he aquí el sol, la luna y once estrellas se postraban ante mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tuvo otro sueño y se lo contó también a sus hermanos. Les dijo: 'He tenido otro sueño: el sol, la luna y once estrellas se inclinaban delante de mí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y soñó aún otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. |
Mas vino Dios a Abimelec, en sueños de la noche, y le dijo: ¡He aquí, muerto eres, por causa de la mujer que has tomado, porque es casada con marido!
Contólo también a su padre y a sus hermanos; pero le reprendió su padre, y le dijo: ¿Qué sueño es este que has soñado? ¿Hemos en verdad de venir, yo y tu madre y tus hermanos, a postramos a tierra delante de ti?
He aquí, estábamos atando gavillas en el campo; y he aquí que se levantó mi gavilla, y también se quedó derecha, mientras que vuestras gavillas poniéndosele al rededor, se inclinaban ante mi gavilla.
Y le dijeron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros? ¿o te enseñorearás tú de nosotros? Y le aborrecieron todavía más a causa de sus sueños y sus palabras.
Entonces dijo José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo: lo que Dios va a hacer, lo manifiesta a Faraón.
Y en cuanto al suceder el sueño a Faraón dos veces, fué porque es cosa establecida de parte de Dios, y Dios se apresura a hacerla.
Y era José el gobernador de la tierra; era él quien vendía el grano a todo el pueblo de la tierra. Vinieron pues los hermanos de José, y se le postraron rostro a tierra.
Y cuando vino José a casa, le trajeron dentro de la casa el presente que habían traído consigo; y postráronse delante de él en tierra.
Y ellos respondieron: Está bueno tu siervo nuestro padre, vive todavía; e inclinaron la cabeza y se postraron.
Así vino Judá con sus hermanos a casa de José (pues éste estaba allí todavía), y cayeron a tierra en su presencia.
Daos prisa en ir a mi padre, y decidle: Así dice tu hijo José: Me ha puesto Dios por señor de todo el Egipto; ven a mí, no te tardes:
Unció pues José su carro, y subió a recibir a Israel su padre en Gosén: y se le presentó, y cayó sobre su cuello, y lloró sobre su cuello repetidas veces.
Y José alimentaba a su padre y a sus hermanos y toda la casa de su padre con pan, según el censo de las familias.
Engrandecióse pues contra la milicia del cielo, y echó a tierra algunos de la milicia celestial y de las estrellas, y los holló.
Él entonces les dijo: Escuchad mis palabras: Si hubiese profeta tal como vosotros, yo Jehová me daría a conocer a él en visión, o en sueños le hablaría.
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha, en medio de una generación torcida y perversa, entre quienes resplandecéis, como lumbreras celestiales, en el mundo,