Y haré que tu simiente sea como el polvo de la tierra; de modo que si alguien pudiera contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada.
Génesis 32:13 - Biblia Version Moderna (1929) Y pasó allí la noche: y tomó de lo que le venía a la mano un presente para Esaú su hermano: Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú: Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Jacob pasó la noche en aquel lugar. Luego escogió de sus pertenencias los siguientes regalos para entregar a su hermano Esaú: Biblia Católica (Latinoamericana) Pero eres tú quien me dijo: Te colmaré de bienes y tu descendencia será como la arena del mar, que nadie puede contar. La Biblia Textual 3a Edicion Y pernoctó allí aquella noche, y de lo que le vino a mano tomó un presente para su hermano Esaú: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tú dijiste: 'Yo te favoreceré y haré que tu descendencia sea como la arena del mar, que por ser tanta no puede contarse''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú. |
Y haré que tu simiente sea como el polvo de la tierra; de modo que si alguien pudiera contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada.
Y le sacó fuera, y dijo: Mira hacia los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar; y le dijo: ¡Así será tu simiente!
Porque alzando los ojos miró, y he aquí que tres varones estaban en pie cerca de él; y cuando los vió, corrió a recibirlos, desde la puerta de su tienda, e inclinóse a tierra,
que bendiciendo te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como las arenas a la orilla del mar; y tu simiente poseerá la puerta de sus enemigos;
Doscientas cabras y veinte machos de cabrío; doscientas ovejas y veinte carneros;
Pero Jacob le dijo: No sea así, te lo ruego, si he hallado gracia en tus ojos; sino que has de recibir un presente de mi mano, por lo mismo que he visto tu rostro, como quien ve el rostro de Dios, y tú te complaciste en mí.
Dijo Esaú además: ¿Qué propones con toda esta muchedumbre de ganado que acabo de encontrar? A lo que respondió Jacob: Es para hallar gracia en los ojos de mi señor.
Y era José el gobernador de la tierra; era él quien vendía el grano a todo el pueblo de la tierra. Vinieron pues los hermanos de José, y se le postraron rostro a tierra.
Les dijo entonces Israel su padre: Ya que ha de ser así, haced esto: Tomad de lo mejor del país en vuestras vasijas, y llevad a aquel hombre un presente: un poco de bálsamo, un poco de miel, de especias, de mirra, de nueces y almendras.
Y cuando vino José a casa, le trajeron dentro de la casa el presente que habían traído consigo; y postráronse delante de él en tierra.
Por lo cual aposté por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los claros--aposté allí la gente, por parentelas, con sus espadas, sus lanzas y sus arcos.
Piedra preciosa es la dádiva a los ojos de su dueño; a dondequiera que gira, tiene éxito.
La dádiva del hombre le abre ancho paso, y le conduce a la presencia de los grandes.
Muchos harán la corte al que es generoso; y todo hombre es amigo de aquel que hace regalos.
El don secreto calma la ira; y una dádiva metida en el seno, la mayor indignación.
Y ahora, este regalo que ha traído tu sierva a mi señor, sea dado a los mancebos que siguen al mando de mi señor.
Pregunta a tus mozos, que ellos te dirán lo mismo; hallen pues mis mozos favor en tus ojos; porque en buen día hemos venido: ruégote que des lo que te viniere a la mano a tus siervos y a tu hijo David.