Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fué Ada, y el nombre de la segunda Zilla.
Génesis 2:24 - Biblia Version Moderna (1929) Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y quedará unido a su mujer, y serán una misma carne. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Biblia Nueva Traducción Viviente Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y pasan a ser una sola carne. La Biblia Textual 3a Edicion Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán una sola carne.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso, deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y vienen a ser los dos una sola carne. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y serán una sola carne. |
Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fué Ada, y el nombre de la segunda Zilla.
¡Oye, hija, y mira, e inclina tu oído, y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre!
La mujer de acendrada virtud es la diadema de su marido; pero como carcoma de sus huesos es la que se porta vergonzosamente.
la cual abandona al compañero de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios:
La mujer de acendrada virtud, ¿quién la puede hallar? pues que su valor supera mucho a los rubíes.
el cual cuando hubo llegado, y vió la gracia de Dios, se alegró, y exhortaba a todos que con propósito de corazón permaneciesen adheridos al Señor;
Porque la mujer que tiene marido, ligada está por la ley a su marido, mientras éste vive; mas si hubiere muerto el marido, ella queda desobligada de la ley del marido.
A Jehová tu Dios temerás, a él servirás, a él te adherirás, y solamente en su nombre jurarás.
mas vosotros que os adheristeis a Jehová vuestro Dios, estáis todos vivos hoy.
Deseo pues que las viudas más jóvenes se casen, den a luz hijos, gobiernen la casa, y no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia:
sino que a Jehová vuestro Dios os adheriréis, como habéis hecho hasta este día.
David había tomado también a Ahinoam de Jezreel; de manera que ambas fueron mujeres suyas.