Y ACONTECIÓ un día cuando el rey moraba ya en su casa, y Jehová le había dado descanso de todos sus enemigos en derredor,
Ester 1:2 - Biblia Version Moderna (1929) que en aquellos días, cuando el rey Asuero estaba sentado sobre el trono de su reino (que estaba en Susán, ciudad metrópoli), Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 que en aquellos días, cuando fue afirmado el rey Asuero sobre el trono de su reino, el cual estaba en Susa capital del reino, Biblia Nueva Traducción Viviente En esa época, Jerjes gobernaba su imperio desde el trono real, ubicado en la fortaleza de Susa. Biblia Católica (Latinoamericana) su trono real estaba por ese entonces en la fortaleza de Susa. La Biblia Textual 3a Edicion cuando el rey Asuero ya se había sentado en el trono de su reino, que estaba en Susa, en la ciudadela,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 que en aquellos días, mientras el rey Asuero se sentaba en su trono real, en la ciudadela de Susa, Biblia Reina Valera Gómez (2023) que en aquellos días, cuando el rey Asuero fue afirmado en el trono de su reino, el cual estaba en Susán, capital del reino, |
Y ACONTECIÓ un día cuando el rey moraba ya en su casa, y Jehová le había dado descanso de todos sus enemigos en derredor,
HISTORIA de Nehemías, hijo de Hacalías. Y aconteció en el mes Quisleú, en el año veinte de Artajerjes, estando yo en Susán, ciudad metrópoli,
y a este efecto nombre el rey comisionados en todas las provincias de su reino, que hagan reunir a todas las vírgenes jóvenes de hermoso parecer, en Susán, ciudad metrópoli, en la casa de las mujeres, a cargo de Hegeo, eunuco del rey, guarda de las mujeres; y dénseles las cosas para su purificación;
¶Había cierto judío en Susán, ciudad metrópoli, que se llamaba Mardoqueo, hijo de Jaír, hijo de Simei, hijo de Cis, benjamita,
Y los correos salieron, apremiados por la orden del rey; y el edicto fué promulgado en Susán, ciudad metrópoli. Y el rey y Hamán se sentaban a beber; pero la ciudad de Susán estaba perpleja.
Anda, junta a todos los judíos, cuantos se hallen en Susán; y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche ni día; yo también y mis doncellas ayunaremos del mismo modo, y así entraré a donde está el rey, aunque no sea conforme a la ley; ¡y si perezco, perezca!
¶Yo Nabucodonosor estaba quieto en mi casa, y floreciendo en mi palacio.
Yo ví pues en la visión (y fué así que al verla, estaba en Susán, la metrópoli, que está en la provincia de Elam); y ví en la visión, estando junto al río Ulai.