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Cantares 5:7 - Biblia Version Moderna (1929)

Á mí sí me hallaron las patrullas que rondan por la ciudad; me hirieron, me llagaron; los guardas del muro me quitaron el manto que traía sobre mí.

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Biblia Reina Valera 1960

Me hallaron los guardas que rondan la ciudad; Me golpearon, me hirieron; Me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los guardias nocturnos me encontraron mientras hacían sus rondas. Me golpearon y me lastimaron y me arrancaron el velo, aquellos guardias del muro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Me encontraron los centinelas los que andan de ronda por la ciudad, me golpearon y me hirieron. Me quitaron mi chal, los guardias de las murallas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Los guardas que rondan la ciudad me hallaron, Me golpearon y me hirieron. Los guardas de las murallas me despojaron de mi manto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Me encontraron los guardias, los que rondan la ciudad, me golpearon y me hirieron; me quitaron el velo, los que guardan las murallas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Me hallaron los guardas que rondan la ciudad; me golpearon, me hirieron, me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros.

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Άλλες μεταφράσεις



Cantares 5:7
25 Σταυροειδείς Αναφορές  

Hiérame el justo; será para mí un favor; corríjame también; me será como ungüento para la cabeza; no lo rehusará mi cabeza, aunque se repita: pero mi oración se elevará contra las maldades de aquellos.


A mí sí me hallaron las patrullas que rondan por la ciudad; a quienes les pregunté: ¿Habéis visto al que ama mi alma?


Abrí a mi amado: ¡pero mi amado ya se había retirado, había seguido adelante! ¡Yo había perdido el juicio, cuando él me habló! Busquéle, mas no le hallé; llaméle, mas no me respondió.


Yo os conjuro, ¡oh hijas de Jerusalem! si hallareis a mi amado- ¿qué le diréis? ¡Decidle que yo desfallezco de amor!


Salomón tenía una viña en Baal-hamón; arrendó la viña a los que la guardasen; cada uno por el fruto de ella había de traer mil siclos de plata.


los espejos y las camisas finas, y los turbantes y los velos.


Sobre tus muros, ¡oh Jerusalem! he puesto centinelas, los cuales todo el día y toda la noche nunca guardarán silencio. ¡Los que recordáis a Jehová sus promesas, no toméis vosotros descanso,


Por tanto los he tajado por los profetas, los he muerto con los dichos de mi boca; y tus castigos, oh Israel, son como relámpago que sale.


diciendo: Los escribas y los fariseos se sientan en la cátedra de Moisés:


Bienaventurados sois cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de su trato, y os vituperaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre.


Os echarán fuera de las sinagogas; y aún viene tiempo en que cualquiera que os mate creerá que ofrece acepto servicio a Dios.


Porque los tales son falsos apóstoles, obreros dolosos, que se transforman en apóstoles de Cristo.


con respecto a celo, perseguidor de la iglesia, en cuanto a justicia que haya en la ley, irreprensible.


mirando a Jesús, autor y consumador de nuestra fe, el cual por el gozo que fué puesto delante de él, soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra de Dios.