Cantares 5:8 - Biblia Version Moderna (1929)

⁸ Yo os conjuro, ¡oh hijas de Jerusalem! si hallareis a mi amado- ¿qué le diréis? ¡Decidle que yo desfallezco de amor!

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Biblia Reina Valera 1960

⁸ Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi amado, Que le hagáis saber que estoy enferma de amor.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Oh mujeres de Jerusalén, prométanme: si encuentran a mi amante, díganle que desfallezco de amor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Hijas de Jerusalén, yo les ruego por si encuentran a mi amado... ¿Qué le dirán? Que estoy enferma de amor.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Os conjuro, oh hijas de Jerusalem, Si halláis a mi amado, ¿Le diréis que desfallezco de amor?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Muchachas de Jerusalén, yo os conjuro: si encontráis a mi amado ¿qué le habéis de decir? Que estoy enferma de amor.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁸ Yo os exhorto, oh hijas de Jerusalén, si halláis a mi amado, que le digáis que estoy enferma de amor.

Cantares 5:8 Σταυροειδείς Αναφορές

Cantares 1:5

¡Morena soy, pero bella, oh hijas de Jerusalem; morena como las tiendas de Cedar, bella como las cortinas de Salomón!

Cantares 2:5

¡Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas, porque desfallezco de amor!

Cantares 2:7

¡Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalem, por las gacelas, y por las ciervas del campo, que no despertéis y que no quitéis el sueño a mi amada, hasta que ella quiera!

Cantares 3:5

¡Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalem, por las gacelas, y por las ciervas del campo, que no despertéis y que no quitéis el sueño a mi amada, hasta que ella quiera!

Cantares 8:4

¡Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalem, que no despertéis y que no quitéis el sueño a mi amada, hasta que ella quiera!

Romanos 15:30

¶Mas os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo, y por el amor del Espíritu, que os esforcéis conmigo, en vuestras oraciones a Dios, en mi favor;

Santiago 5:16

Confesad pues vuestros pecados los unos a los otros, y orad los unos por los otros, para que seáis sanados. Mucho puede la suplica ferviente del hombre justo.