Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, el santo lugar de las moradas del Altísimo.
Apocalipsis 22:1 - Biblia Version Moderna (1929) Y ME mostró un río de agua de vida, resplandeciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la plaza de la ciudad. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego el ángel me mostró un río con el agua de la vida, era transparente como el cristal y fluía del trono de Dios y del Cordero. Biblia Católica (Latinoamericana) Después el ángel me mostró el río de agua de la vida, transparente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. La Biblia Textual 3a Edicion Y me mostró un río° de agua de vida,° resplandeciente como el cristal, que fluye del trono de Dios y del Cordero. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me mostró luego un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que sale del trono de Dios y del Cordero. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y me mostró un río puro de agua de vida, claro como el cristal, que provenía del trono de Dios y del Cordero. |
Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, el santo lugar de las moradas del Altísimo.
Abriré para ellos ríos en los cerros pelados, y fuentes en medio de los valles; convertiré el desierto en lagunas, y la tierra seca en manaderos de aguas.
¡Oh si hubieras escuchado mis mandamientos! entonces tu paz habría sido como un río, y tu justicia como las olas del mar:
Porque así dice Jehová: He aquí que yo haré pasar sobre ella la paz como un río. y, como un torrente inundador, la gloria de las naciones; y mamaréis el pecho de ellas; seréis llevados en brazos, y sobre las rodillas seréis acariciados.
¡Oh Jehová, esperanza de Israel, todos los que te dejan serán avergonzados; los que se apartan de ti serán escritos en tierra; por cuanto han dejado a Jehová, fuente de aguas vivas!
porque dos males ha hecho mi pueblo: a mí me han dejado, fuente de aguas vivas, labrando a pico para sí aljibes, aljibes rajados, que no pueden retener las aguas.
Y sucederá que en aquel día aguas vivas saldrán de Jerusalem: la mitad de ellas hacia el Mar de Oriente, y la otra mitad hacia el Mar de Occidente; esto será tanto en verano como en invierno.
Mas cuando viniere el Consolador, a quien yo os enviaré desde el Padre, es a saber, el Espíritu de verdad, que procede del Padre, él testificará de mí:
mas el que bebiere del agua que yo le daré, nunca jamás tendrá sed; sino que el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua, que brote para vida eterna.
Siendo pues por la diestra de Dios ensalzado, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, él ha derramado esto que veis y oís.
REVELACIÓN de Jesucristo, que Dios le dió, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y él envió y la significó, por medio de su ángel, a su siervo Juan;
la cual tenía la gloria de Dios; y su luz era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, transparente como el cristal.
Y díjome: ¡Hecho está! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tuviere sed, le daré a beber de la fuente del agua de la vida, de balde.
¶Y vino uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones llenos de las siete postreras plagas; y habló conmigo, diciendo: Ven acá; te mostraré la novia, la esposa del Cordero.
¶Y el Espíritu y la esposa dicen ¡Ven! y el que oye, diga: ¡Ven! y el que tiene sed, ¡venga! ¡y el que quiera, tome del agua de la vida, de balde!
¶Y díjome: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que pronto han de suceder.
Al que venciere, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo también vencí, y me senté con mi Padre en su trono.
Y a toda cosa creada que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y sobre el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, las oí decir: ¡Bendición, y honra y gloria y dominio al que está sentado sobre el trono, y al Cordero, por los siglos de los siglos! ¡Amén!
¶Y ví, de pie en medio de ellos, entre el trono y los cuatro seres vivientes de una parte, y los ancianos de otra, a un cordero, que parecía como si hubiese sido inmolado; el cual tenía siete cuernos, y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios, enviados por toda la tierra;
porque el Cordero, que está en medio, delante del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de agua de vida; y limpiará Dios de los ojos de ellos toda lágrima.