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2 Samuel 18:28 - Biblia Version Moderna (1929)

Entonces clamó Ahimaaz de lejos, y dijo al rey: ¡Bien está! En seguida postróse en tierra ante el rey, sobre su rostro, diciendo: ¡Bendito sea Jehová tu Dios, que ha entregado a los hombres que alzaron su mano contra mi señor el rey!

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces Ahimaas dijo en alta voz al rey: Paz. Y se inclinó a tierra delante del rey, y dijo: Bendito sea Jehová Dios tuyo, que ha entregado a los hombres que habían levantado sus manos contra mi señor el rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ahimaas le gritó al rey: —¡Todo está bien! Se inclinó delante del rey rostro en tierra y dijo: —Alabado sea el Señor su Dios, quien ha entregado a los rebeldes que se atrevieron a hacerle frente a mi señor el rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando Ajimaas estuvo muy cerca, gritó: ¡Salud!' Luego se postró con el rostro en tierra ante el rey. '¡Bendito sea Yavé tu Dios, dijo, porque destruyó a los hombres que se habían rebelado contra el rey mi señor!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces Ahimaas gritó y dijo al rey: ¡Paz!, y se postró delante del rey con su rostro en tierra diciendo: ¡Bendito sea YHVH tu Dios, que ha entregado a los hombres que alzaron su mano contra mi señor el rey!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Gritó entonces Ajimás al rey: '¡Paz!'. Y se postró ante el rey, rostro en tierra. Luego continuó: '¡Bendito sea Yahveh, tu Dios, que ha entregado a los hombres que alzaron su mano contra el rey, mi señor!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Ahimaas dijo en alta voz al rey: Paz. Y se inclinó a tierra delante del rey, y dijo: Bendito sea Jehová tu Dios, que ha entregado a los hombres que habían levantado sus manos contra mi señor el rey.

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2 Samuel 18:28
16 Σταυροειδείς Αναφορές  

¡y bendito sea el Dios altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano! Y dióle Abram el diezmo de todo.


y dijo: ¡Bendito sea Jehová, el Dios de mi señor Abraham, que no ha apartado su benevolencia y su fidelidad de mi señor! estando yo en el camino, guióme Jehová a la casa de los hermanos de mi señor.


al día tercero acaeció que, he aquí, un hombre vino del campamento de los de Saúl, rasgados sus vestidos y con tierra sobre su cabeza. Y fué así que al llegarse a David, postróse en tierra e hizo reverencia.


Y cuando aquella mujer de Tecoa habló al rey, cayó en tierra sobre su rostro, haciendo reverencia, y dijo ¡Socorro, oh rey!


con el puro te mostrarás puro, mas con el perverso te mostrarás desabrido.


Y al día cuarto congregáronse en el Valle de Beraca; porque allí bendijeron a Jehová; por tanto se ha llamado aquel lugar Valle de Beraca, hasta el día de hoy.


¡NO a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por causa de tu misericordia y de tu verdad!


¡Bendito sea Jehová, el cual no nos ha dado como presa a los dientes de ellos!


Y no me has entregado en manos del enemigo; antes has plantado mis pies en campo espacioso.


Y dijo Jetro: ¡Bendito sea Jehová, que os ha librado de mano de los Egipcios y de mano de Faraón, libertando al pueblo de la opresión de los Egipcios!


Hoy te entregará Jehová en mi mano, y te heriré, y quitaré tu cabeza de sobre ti; y daré los cadáveres del ejército de los Filisteos en este mismo día a las aves del cielo, y a las fieras de la tierra; para que sepa toda la tierra que hay Dios en Israel;


Y tú has puesto de manifiesto el día de hoy cómo has obrado bien conmigo; pues cuando me entregó Jehová en tu mano, no me mataste.


Y cuando Abigail vió a David, dióse prisa para bajar de su asno, y cayó delante de David, sobre su cara, postrándose a tierra.


¶Entonces dijo Abisai a David: ¡Dios ha entregado el día de hoy a tu enemigo en tu mano! ahora pues, ruégote me permitas, con esta lanza, coserle con la tierra solamente una vez, y no le daré segundo golpe.