2 Samuel 6:16 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual16 Mical, la hija de Saúl, estaba en la ventana del palacio cuando el cofre de Dios iba entrando a la ciudad, y se disgustó mucho al ver cómo el rey David saltaba y danzaba para agradar a Dios. Tan-awa ang kapituloDugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 196016 Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón. Tan-awa ang kapituloBiblia Nueva Traducción Viviente16 Entonces, cuando el arca del Señor entraba a la Ciudad de David, Mical, hija de Saúl, se asomó por la ventana. Cuando vio que el rey David saltaba y danzaba ante el Señor, se llenó de desprecio hacia él. Tan-awa ang kapituloBiblia Católica (Latinoamericana)16 Cuando el Arca entró en la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, estaba mirando en la ventana. Vio al rey que saltaba y se contorneaba delante de Yavé, y lo despreció en su corazón. Tan-awa ang kapituloLa Biblia Textual 3a Edicion16 Y cuando el Arca de YHVH entró en la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró por la ventana, y viendo al rey David saltando y danzando delante de YHVH, lo despreció en su corazón. Tan-awa ang kapituloBiblia Serafín de Ausejo 197516 Cuando el arca de Yahveh entró en la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, se asomó a la ventana y, al ver al rey David saltando y danzando delante de Yahveh, lo despreció en su corazón. Tan-awa ang kapituloBiblia Reina Valera Gómez (2023)16 Y cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical, hija de Saúl, miró desde una ventana, y vio al rey David saltando y danzando delante de Jehová, y le menospreció en su corazón. Tan-awa ang kapitulo |
Pero David les dijo a sus hombres: «¡Ataquen a los jebuseos! ¡Entren por el canal del agua y maten a mis enemigos! ¡Se creen protegidos por los ciegos y los cojos, a quienes odio con toda mi alma!» De ahí viene el dicho: «Ni los ciegos ni los cojos podrán entrar al templo». Luego de haber conquistado la fortaleza de Sión, David se quedó a vivir en Jerusalén y la llamó «Ciudad de David». Más tarde construyó alrededor de la ciudad una muralla, la cual iba desde la rampa hasta el palacio.
También David se fue a su casa, y al llegar empezó a bendecir a su familia. Pero Mical le dijo: —¡Hoy has hecho el ridículo! No te has portado a la altura de un rey. Con los saltos que dabas, hasta la última de tus sirvientas te vio el trasero. ¡Realmente te has portado como una persona vulgar y sin vergüenza!
Un día, Saúl le dijo a David: «Mira, te voy a dar como esposa a mi hija Merab. Lo único que te pido es que seas valiente y que, en el nombre de Dios, salgas al frente del ejército en las batallas». En realidad, lo que Saúl quería era que mataran a David. Por eso pensaba: «En lugar de que lo mate yo, que lo maten los filisteos».