Biblia Todo Logo
Online nga Bibliya
- Mga paanunsiyo -





Juan 14:23 - Biblia Nacar-Colunga

23 Respondió Jesús y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y en él haremos morada.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Jesús contestó: —Todos los que me aman harán lo que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno de ellos.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Jesús le respondió: 'Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

La Biblia Textual 3a Edicion

23 Respondió Jesús, y le dijo: Si alguno me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Jesús le contestó: 'Si uno me ama, guardará mi palabra, mi Padre lo amará y vendremos a él para fijar morada en él.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha




Juan 14:23
30 Cross References  

Díjose entonces Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, para que domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados y sobre las bestias de la tierra, y sobre cuantos animales se mueven sobre ella.”


Bajemos, pues, y confundamos su lengua, de modo que no se entiendan unos a otros.”


Oración de Moisés, varón de Dios. Señor, tú has sido refugio para nosotros de generación en generación.


El que habita al amparo del Altísimo y mora a la sombra del Todopoderoso,


porque así dice el Altísimo, cuya morada es eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en un lugar elevado y santo, pero también con el contrito y humillado, para hacer revivir el espíritu de los humillados y reanimar los corazones contritos.


Yo y el Padre somos una sola cosa.


Si me amáis, guardaréis mis mandamientos;'


el Espíritu de verdad, que el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce; vosotros le conocéis, porque permanece con vosotros y está en vosotros.'


El que recibe mis preceptos y los guarda, ése es el que me ama; el que me ama a mí será amado de mi Padre y Yo le amaré y me manifestaré a El.'


El que no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino del Padre, que me ha enviado.'


Si guardareis mis preceptos, permaneceréis en mi amor, como yo guardé los preceptos de mi Padre y permanezco en su amor.


pues el mismo Padre os ama, porque vosotros me habéis amado y creído que Yo he salido de Dios.


El que come mi carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él.


En verdad, en verdad os digo: Si alguno guardare mi palabra, no verá jamás la muerte.


Dijéronle los judíos: Ahora nos convencemos de que estás endemoniado. Abraham murió, y también los profetas, y tú dices: Quien guardare mi palabra no gustará la muerte nunca.


¿Qué concierto entre el templo de Dios y los ídolos? Pues vosotros sois templo de Dios vivo, según Dios dijo: “Yo habitaré y andaré en medio de ellos y seré su Dios y ellos serán mi pueblo.


que habite Cristo por la fe en vuestros corazones y, arraigados y fundados en la caridad,


Lo que desde el principio habéis oído, procurad que permanezca en vosotros. Si en vosotros permanece lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.


Pero el que guarda su palabra, en ése la caridad de Dios es verdaderamente perfecta. En esto conocemos que estamos en EL


Vosotros, hijitos, sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es quien está en vosotros que quien está en el mundo.


Pues ésta es la caridad de Dios, que guardemos sus preceptos. Sus preceptos no son pesados,


y ésta es la caridad, que caminemos según sus preceptos. Y el precepto es que andemos en caridad, según habéis oído desde el principio.


Pero templo no vi en ella, pues el Señor, Dios todopoderoso, con el Cordero, era su templo.


Oí una voz grande, que del trono decía: He aquí el tabernáculo de Dios entre los hombres, y erigirá su tabernáculo entre ellos, y ellos serán su pueblo y el mismo Dios será con ellos,


No habrá ya maldición alguna, y el trono de Dios y del Cordero estará en ella,


Sunda kami:

Mga paanunsiyo


Mga paanunsiyo