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Jeremías 41:8 - Biblia Nacar-Colunga

8 Hubo entre ellos diez que dijeron a Ismael: No nos mates, que tenemos en el campo gran cantidad de trigo y de cebada, de aceite y de miel. Dejólos y no los mató con los demás.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Mas entre aquellos fueron hallados diez hombres que dijeron a Ismael: No nos mates; porque tenemos en el campo tesoros de trigos y cebadas y aceites y miel. Y los dejó, y no los mató entre sus hermanos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Los otros diez convencieron a Ismael que los dejara en libertad, con la promesa de traerle todo el trigo, la cebada, el aceite de oliva y la miel que habían escondido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Sin embargo, entre esos hombres hubo diez que le dijeron a Ismael: 'Consérvanos la vida, pues tenemos escondidas, en el campo, provisiones de trigo, cebada, aceite y miel. Entonces los perdonó y no los hizo morir como a sus hermanos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Entre aquéllos fueron hallados diez hombres que dijeron a Ismael: No nos mates, porque tenemos en el campo tesoros de trigos y cebadas y aceites y miel. Y los dejó, y no los asesinó como a sus hermanos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Entre ellos, sin embargo, se encontraban diez hombres que dijeron a Ismael: 'No nos mates, que tenemos escondidas en el campo provisiones de trigo, cebada, aceite y miel'. Él, entonces, decidió no matarlos como a los restantes.

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Jeremías 41:8
9 Cross References  

Respondióle Satán a Yahvé, diciendo “¡Piel por piel! Y todo cuanto el hombre tiene lo dará gustoso por su vida.


El rico con sus riquezas puede rescatar la vida, pero el pobre no tiene con qué rescatarse.


Yo te entregaré los tesoros escondidos y las riquezas de los escondrijos, para que sepas que yo soy Yahvé, el Dios de Israel, que te llamó por tu nombre.


La cisterna en que arrojó Ismael todos los cadáveres de los hombres a quienes mató es una gran cisterna que hizo construir el rey Asa cuando se defendía de Baasa, rey de Israel. Esta es la que llenó de cadáveres Ismael, hijo de Natanías.


Y ¿qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde el alma? ¿O que podrá dar el hombre a cambio de su alma?


Por esto os digo: No os inquietéis por vuestra vida, sobre qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, sobre qué os vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido?


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