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Jeremías 21:7 - Biblia Nacar-Colunga

7 Y después de esto — oráculo de Yahvé — , a Sedecías, rey de Judá, y a sus servidores y al pueblo, a cuantos en esta ciudad se salven de la peste, de la espada y del hambre, los pondré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan su vida, que los pasarán a filo de espada sin compasión, sin piedad, sin misericordia.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

7 Después, dice Jehová, entregaré a Sedequías rey de Judá, a sus criados, al pueblo y a los que queden de la pestilencia, de la espada y del hambre en la ciudad, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, en mano de sus enemigos y de los que buscan sus vidas, y él los herirá a filo de espada; no los perdonará, ni tendrá compasión de ellos, ni tendrá de ellos misericordia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Después de todo eso, dice el Señor, entregaré al rey Sedequías, a sus funcionarios y a todo el que en la ciudad sobreviva a la enfermedad, a la guerra y al hambre, en manos del rey Nabucodonosor de Babilonia y de sus otros enemigos. Él los masacrará y no les mostrará misericordia, piedad o compasión’”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Después de eso, dice Yavé, a Sedecías, rey de Judá, a sus sirvientes y a la gente de esta ciudad que haya escapado de la peste, de la espada y del hambre, los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos que quieren quitarles la vida. Los matarán con la espada, sin tener con ustedes consideración, ni piedad, ni compasión.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Después de esto, dice YHVH, entregaré a Sedequías rey de Judá, y a sus siervos, y al pueblo (a los que en esta ciudad hayan quedado de la peste, de la espada y del hambre), en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en mano de los demás enemigos, y en mano de los que buscan sus vidas; y él los herirá a filo de espada; no tendrá piedad de ellos, ni perdonará, ni se compadecerá.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Después de esto -oráculo de Yahveh-, entregaré a Sedecías, rey de Judá, a sus servidores y a la gente que en esta ciudad haya sobrevivido a la peste, a la espada y al hambre, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de sus enemigos y en mano de quienes atentan contra su vida. Él los pasará a filo de espada, sin compadecerse de ellos, sin apiadarse, sin tener misericordia'.

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Jeremías 21:7
37 Cross References  

Cuando sus ramas están secas, se rompen, vienen las mujeres y les prenden fuego, pues es un pueblo sin conocimiento; por eso el que lo hizo no tuvo piedad de él, el que lo formó no se compadeció de él.'


Estaba yo airado contra mi pueblo, y dejé profanar mi heredad y la entregué en tus manos. Tú no tuviste piedad e hiciste pesar tu yugo sobre los ancianos.


y los quebraré chocando unos contra otros, padres contra hijos a la vez, oráculo de Yahvé. No tendré compasión, ni clemencia, ni misericordia para no destruirlos.


Aunque ayunaren, no escucharé sus clamores, y aunque ofrezcan holocaustos y oblaciones, no los aceptaré, sino que los consumiré con la espada, con el hambre y con la peste. Y yo dije: ¡Ah, Señor, Yahvé! He aquí que los profetas les dicen: No veréis la espada ni tendréis hambre, pues paz auténtica os daré en este lugar.


¿Quién, pues, va a compadecerse de ti, oh Jerusalén? ¿Quién se dolerá de ti? ¿Quién se saldrá del camino para preguntar por ti y saludarte?


Ajóse la madre de siete (hijos), ajóse la que dio a luz a siete; su alma desfalleció; púsose para ella el sol cuando aún era de día, quedó confusa y avergonzada. Sus restos los entregaré a la espada en presencia de sus enemigos, oráculo de Yahvé.'


En este lugar frustraré yo los designios de Judá y de Jerusalén, y los haré caer a espada ante el enemigo y a mano de cuantos buscan sus vidas, y daré sus cadáveres en pasto a las aves del cielo y a las fieras de la tierra.


Pues así dice Yahvé: He aquí que te traeré el terror a ti y a todos tus amigos. Y caerán a la espada de sus enemigos a tus propios ojos, y entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, adonde los llevará cautivos y los hará morir a espada.


Yo te entregaré en manos de los que buscan tu vida, en manos de aquellos a quienes temes, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia; en manos de los caldeos;'


Ahora he dado todas estas tierras en poder de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y aun las bestias del campo las he puesto a su servicio,


y Sedéelas, rey de Judá, no escapará a las manos de los caldeos, sino que será entregado en manos del rey de Babilonia y hablará con él boca a boca, y sus ojos verán sus ojos,


y tú no escaparás de sus manos, sino que serás hecho prisionero y le serás entregado, y verás con tus ojos al rey de Babilonia, y te hablará boca a boca, y serás llevado a Babilonia.


y a Joaquim, rey de Judá, le dirás: Así dice Yahvé: Tú has quemado aquel volumen, diciendo: ¿Por qué has escrito esto anunciando que vendrá el rey de Babilonia y devastará esta tierra, no dejando en ella hombre ni jumento?


Mandó a buscarle el rey Sedéelas, y le preguntó en secreto en el palacio: ¿Hay palabra de Yahvé?


Israel es una oveja dispersa; leones la dispersaron. Primero la devoró el rey de Asiría; luego Nabucodonosor, rey de Babilonia, le quebró los huesos.'


Res. — Mira, ¡oh Yahvé! y considera a quién has tratado así. ¿Habrán de comer las madres su fruto, a los niños que amamantan? ¿Habrán de ser muertos en el santuario del Señor sacerdotes y profetas?


Tau. — Convocaste como a solemnidad al terror en torno a mí, y no hubo en el día de la cólera de Yahvé evadido ni fugitivo. Aquellos que yo crié y mantuve, los acabó el enemigo.


Porque así dice el Señor, Yahvé: Te entrego en las manos de aquellos a quienes llegaste a aborrecer, de quienes se hartaren tus deseos.


No se apiadará mi ojo, no tendré compasión, sino que echaré sobre ti tus obras, y pondré en tu seno tus abominaciones, y sabrás que yo, Yahvé, os hiero.


Pues también yo obraré con furor, no se apiadará mi ojo y no tendré compasión, y cuando griten a mis oídos en voz alta, los escucharé.


Así, pues, haré yo: no perdonará mi ojo, no tendré compasión, haré recaer sus obras sobre sus cabezas.


gente de feroz aspecto, que no tiene miramientos con el anciano ni perdona al niño,


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