Daniel 4:24 - Biblia Nacar-Colunga

²⁴ Por tanto, ¡oh rey! sírvete aceptar mi consejo: redime tus pecados con justicia, y tus iniquidades con misericordia a los pobres, y quizá se prolongará tu dicha.

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁴ esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey:

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁴ »”Esto es lo que significa el sueño, su majestad, y lo que el Altísimo ha declarado que le sucederá a mi señor, el rey.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁴ Por eso, oh rey, escucha mi consejo. Redime tus pecados practicando la justicia, y tus injusticias siendo bueno con los desgraciados; entonces te irá bien en todo.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁴ ésta es la interpretación, oh rey, y la sentencia de Il•laya, que ha venido sobre mi señor el rey:

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁴ Por tanto, ¡oh rey!, acepta mi consejo: redime tus pecados con obras de justicia y tus iniquidades con la compasión por los pobres; así se prolongará tu felicidad'.

Daniel 4:24 Cross References

Job 20:29

Esta es la suerte que al perverso (reserva) Dios, y ésta es la dote que Dios le adjudica.

Salmos 107:40

El, que puede arrojar el oprobio sobre los príncipes y los hace errar por el desierto sin camino,

Salmos 148:6

e hizo que perduren por los siglos; pusoles estatutos que no traspasarán.'

Salmos 2:7

Voy a promulgar un decreto de Yahvé. El me ha dicho:

Proverbios 16:6

Con misericordia y verdad se repara el pecado, con el temor de Yahvé se aparta el hombre del mal.

Proverbios 20:28

Bondad y fidelidad guardan al rey, y la justicia sostiene los tronos.

Isaías 23:9

Yahvé de los ejércitos lo decretó para profanar el orgullo de toda gloria, para humillar a todos los grandes de la tierra.

Daniel 4:17

El árbol que viste que se había hecho grande y fuerte, y que con su cima tocaba los cielos y que se veía desde toda la tierra,

Daniel 4:19

eres tú, ¡oh rey! que has venido a ser grande y fuerte, y cuya grandeza se ha acrecentado y ha llegado hasta los cielos, y cuya dominación se extiende hasta los confines de la tierra.

Daniel 4:2

y tuve un sueño que me espantó, y los pensamientos que me perseguían en mi lecho y las visiones de mi espíritu me llenaron de turbación.