Biblia Todo Logo
Online nga Bibliya
- Mga paanunsiyo -





Cantares 5:6 - Biblia Nacar-Colunga

6 Abrí a mi amado, pero mi amado, desvaneciéndose, había desaparecido. Mi alma salió por su palabra. Le busqué, mas no le hallé. Le llamé, mas no me respondió.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Abrí yo a mi amado; Pero mi amado se había ido, había ya pasado; Y tras su hablar salió mi alma. Lo busqué, y no lo hallé; Lo llamé, y no me respondió.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Le abrí a mi amado, ¡pero él ya se había ido! Se me desplomó el corazón. Lo busqué pero no pude encontrarlo. Lo llamé pero no tuve respuesta.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Abrí a mi amado, pero mi amado ya se había ido. ¡Se me fue el alma tras de él! Lo busqué y no lo hallé, lo llamé y no me respondió.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

La Biblia Textual 3a Edicion

6 Abrí a mi amado, Pero mi amado ya se había ido, Había pasado, Y mi alma salió tras su hablar. Lo busqué, pero no lo hallé, Lo llamé, pero no me respondió.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Abrí a mi amado; mas mi amado se había ido ya, se había marchado. Mi corazón salió tras el eco de sus pasos: le busqué y no le hallé.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha




Cantares 5:6
30 Cross References  

y dijo a sus hermanos: “Me han devuelto mi dinero; aquí está en mi saco.”Quedáronse estupefactos, y unos a otros se decían temblando: “¿Qué será esto que ha hecho Dios con nosotros?”


pero el rey le respondió: “¿Qué tenéis que ver conmigo, hijos de Sarvia? Dejadle que maldiga, que si Yahvé le ha dicho: Maldice a David, ¿quién va a decirle: Por qué lo haces?”


De David. A ti clamo, ¡oh Yahvé! mi roca. No te desentiendas de mí *, no sea que, haciéndote el mudo respecto de mí, me asemeje a los que bajan a la fosa.


Yo dije en mi prosperidad: “No seré jamás conmovido.”


Húndeme en profundo cieno, donde no puedo hacer pie; me sumerjo en aguas profundas, y me arrastra la corriente.'


En el día de mi tribulación yo busqué al Señor, y se alzaban a El mis manos sin descanso por la noche.


¡Oh Dios! restaúranos, haz esplender tu rostro, y seremos salvos.


entonces me llamarán, y yo no responderé; me buscarán, pero no me hallarán,'


Esposa. Yo duermo, pero mi corazón vela. Es la voz del amado que llama: Esposo. ¡Ábreme, hermana mía, amada mía, paloma mía, inmaculada mía!


Mi amado metió su mano por el agujero (de la llave) y mis entrañas se estremecieron por él.


Coro. ¿Adonde fue tu amado, oh tú, la más hermosa de las mujeres? ¿Qué dirección ha tomado tu amado, para ir contigo en busca de él?


Y aquel día dirás: Yo te alabo, Yahvé, porque te irritaste contra mí, pero se aplacó tu cólera, y me has consolado.


¿Por qué, cuando yo venía, no hallaba a nadie, y, cuando llamaba, nadie me respondía? ¿Habráse acortado mi mano para redimir o no tendré ya fuerza para librar? He aquí que con mi amenaza seco el mar y torno en desierto los ríos, hasta pudrirse sus peces por falta de agua y morir de sed sus vivientes.


Pues yo no quiero estar siempre contendiendo, ni quiero estar siempre enojado, porque sucumbiría ante mí todo espíritu y las almas que yo he creado.


Día tras día me buscan y quieren saber mis caminos, como si fueran un pueblo que ama la justicia, sin apartarse del derecho de su Dios. Me piden leyes justas, y se complacen en acercarse a Dios.


Y esperaré en Yahvé, que oculta su rostro a la casa de Jacob; en El esperaré.'


Guímel. — Y aunque clamo y voceo, no se hace accesible a mi oración.


Me iré, mas volveré a mi lugar hasta que hayan expiado su pecado y busquen mi rostro. En su angustia ya me buscarán.


Con sus ovejas y sus vacadas irán en busca de Yahvé, pero no le hallarán, porque Yahvé se ha retirado de ellos.


y sucedió que, así corno El los llamaba y ellos


Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces; y saliendo fuera, lloró amargamente.'


Y al instante, por segunda vez, cantó el gallo. Se acordó Pedro de la palabra que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, tú me negarás tres, y rompió a llorar.


Yo reprendo y corrijo a cuantos amo: ten, pues, celo y arrepiéntete.


Consultó a Yahvé, pero Yahvé no le respondía ni por sueños, ni por los “urim,” ni por profetas,


Sunda kami:

Mga paanunsiyo


Mga paanunsiyo