Pues no aprende ni piensa, sino que cierra los ojos para no ver, y se tapa los oídos para no oír. Si hiciera lo contrario, entendería mi mensaje, cambiaría su manera de vivir, ¡y yo la salvaría!”
Juan 8:37 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero quieren matarme porque no aceptan mis enseñanzas. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Claro que me doy cuenta de que son descendientes de Abraham. Aun así, algunos de ustedes procuran matarme porque no tienen lugar para mi mensaje en su corazón. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo sé que ustedes son descendientes de Abrahán, pero mi palabra no tiene acogida en ustedes, y por eso tratan de matarme. La Biblia Textual 3a Edicion Sé que sois descendencia de Abraham, pero procuráis matarme porque mi palabra no tiene cabida en vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ya sé que sois descendientes de Abrahán, pero pretendéis matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Sé que sois simiente de Abraham, mas procuráis matarme, porque mi palabra no tiene cabida en vosotros. |
Pues no aprende ni piensa, sino que cierra los ojos para no ver, y se tapa los oídos para no oír. Si hiciera lo contrario, entendería mi mensaje, cambiaría su manera de vivir, ¡y yo la salvaría!”
No piensen que se salvarán solo por ser descendientes de Abraham. Si Dios así lo quiere, hasta a estas piedras las puede convertir en familiares de Abraham.
A partir de ese momento, la Junta Suprema tomó la decisión de matar a Jesús.
¡Cómo van a creerme, si les gusta que sea la gente la que hable bien de ustedes, y no el Dios único!
Tiempo después, Jesús recorrió la región de Galilea. No quería ir a Judea porque los jefes judíos lo buscaban para matarlo.
Moisés les dio a ustedes la ley y, sin embargo, ninguno la obedece. ¿Por qué quieren matarme?
Algunos de los que vivían en Jerusalén empezaron a preguntar: «¿No es este al que andan buscando para matarlo?
Ellos le contestaron: —Nosotros somos descendientes de Abraham, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Por qué dices que seremos libres?
Ustedes no pueden entender lo que les digo, porque no les gusta escuchar mi mensaje.
Abraham, el antepasado de ustedes, se alegró mucho de que vería el tiempo en que yo vendría al mundo; lo vio, y le causó mucha alegría.
Entonces aquellos judíos quisieron matar a Jesús a pedradas; pero él se mezcló entre la multitud y salió del templo.
Ellos le hicieron esa pregunta para ponerle una trampa. Si él respondía mal, podrían acusarlo. Pero Jesús se inclinó y empezó a escribir en el suelo con su dedo.
»Pónganme atención, amigos israelitas descendientes de Abraham. Y pónganme atención también ustedes, los que obedecen a Dios aunque no son israelitas. Este mensaje de salvación es para todos nosotros.
ni todos los descendientes de Abraham son verdaderos hijos de Abraham. Pues Dios le había dicho: «Tu descendencia vendrá por medio de Isaac.»
Los que no tienen el Espíritu de Dios no aceptan las enseñanzas espirituales, pues las consideran una tontería. Y tampoco pueden entenderlas, porque no tienen el Espíritu de Dios.