Tomaron la túnica talar de José y, matando un macho cabrío, la empaparon en la sangre,
Levítico 9:3 - Biblia Nacar-Colunga Hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Tomad un macho cabrío para el saorificio de expiación, un becerro y un cordero primal para el holocausto, ambos sin defecto;' Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y a los hijos de Israel hablarás diciendo: Tomad un macho cabrío para expiación, y un becerro y un cordero de un año, sin defecto, para holocausto. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego diles a los israelitas: “Tomen un chivo como ofrenda por el pecado, y también tomen un ternero y un cordero, ambos de un año y sin defecto, para una ofrenda quemada. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego hablarás a los hijos de Israel para decirles: Tomen un macho cabrío para el sacrificio por el pecado y un ternero y un cordero, ambos de un año y sin defecto, para el holocausto;' La Biblia Textual 3a Edicion Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Tomad, de entre las cabras, un macho cabrío para el sacrificio por el pecado, y un becerro y un cordero añales y sin defecto para el holocausto, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y dirás a los israelitas: 'Tomad un macho cabrío para el sacrificio por el pecado; un becerro y un cordero de un año, sin defecto, para el holocausto; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Tomad un macho cabrío para ofrenda por el pecado, y un becerro y un cordero de un año, sin defecto, para holocausto; |
Tomaron la túnica talar de José y, matando un macho cabrío, la empaparon en la sangre,
que se comprometieron, dando su mano, a echar a sus mujeres y a ofrecer un carnero por su pecado;'
ofreciendo en la dedicación de esta casa de Dios cien novillos, doscientos carneros y cuatrocientos corderos; y corno víctimas expiatorias por todo Israel, doce machos cabríos, según el número de las tribus de Israel.'
Quiso Yahvé quebrantarle con padecimientos. Ofreciendo su vida en sacrificio por el pecado, verá descendencia que prolongará sus días, y el deseo de Yahvé prosperará en sus manos.
Moisés preguntó por el macho cabrío que había sido sacrificado por el pecado, y se encontró con que había sido quemado; y airado contra Eleazar e Itamar, los hijos de Aarón que quedaban, les dijo:'
Cuando se cumplan los días de su purificación, según que haya tenido hijo o hija, se presentará ante el sacerdote, a la entrada del tabernáculo de la reunión, con un cordero primal en holocausto y un pichón o una tórtola en sacrificio por el pecado.
El día octavo tomará dos corderos sin defecto y una oveja primal sin defecto y tres décimos de “efah” de flor de harina, amasada con aceite, y un “log” de aceite.
Degollará el macho cabrío expiatorio del pueblo y, llevando su sangre detrás del velo, hará como con la sangre del novillo, asperjándola sobre el propiciatorio y delante de él,
Recibirá de la asamblea de los hijos de Israel dos machos cabríos para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto.
y el día que ofrezcáis la gavilla, sacrificaréis en holocausto a Yahvé un cordero primal sin defecto,
al darse cuenta del pecado cometido, llevará como ofrenda un macho cabrío sin defecto;'
si es el sacerdote ungido el que peca, haciendo así culpable al pueblo, ofrecerá a Yahvé por su pecado un novillo sin defecto en sacrificio expiatorio.
y dijo a Aarón: “Toma un novillo para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto, ambos sin defecto, y ofrécelos a Yahvé.
un buey y un carnero para el sacrificio pacífico, para inmolarlos ante Yahvé; y una ofrenda amasada con aceite, porque hoy se os dará a ver Yahvé.”
Pues lo que a la Ley era imposible, por ser débil a causa de la carne, Dios, enviando a su propio Hijo en carne semejante a la del pecado, y por el pecado, condenó al pecado en la carne,
A quien no conoció el pecado, le hizo pecado por nosotros, para que en El fuéramos justicia de Dios.
que se entregó por nosotros para rescatarnos de toda iniquidad y adquirirse un pueblo propio, celador de obras buenas.
Llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que, muertos al pecado, viviéramos para la justicia, y por sus heridas hemos sido curados.
Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu
Cantaron un cántico nuevo, que decía: Digno eres de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre has comprado para Dios hombres de toda tribu, lengua, pueblo y nación,