Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos desde Jerusalén le enviaron sacerdotes y levitas para preguntarle: Tú, ¿quién eres?
Juan 6:52 - Biblia Nacar-Colunga Disputaban entre sí los judíos diciendo: ¿Cómo puede éste darnos de comer de su carne? Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces la gente comenzó a discutir entre sí sobre lo que él quería decir. «¿Cómo puede este hombre darnos de comer su carne?», se preguntaban. Biblia Católica (Latinoamericana) Los judíos discutían entre sí: '¿Cómo puede éste darnos a comer carne?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces los judíos discutían unos con otros, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pusiéronse entonces a discutir los judíos entre sí, diciendo: '¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede Éste darnos a comer su carne? |
Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos desde Jerusalén le enviaron sacerdotes y levitas para preguntarle: Tú, ¿quién eres?
Otra vez se suscitó desacuerdo entre ellos a propósito de estos razonamientos.
Díjole Nicodemo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar de nuevo en el seno de su madre y volver a nacer?
Ella le dijo: Señor, no tienes con qué sacar el agua y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, te viene esa agua viva?'
Murmuraban de El los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que bajó del cielo,
Luego de haberle oído, muchos de sus discípulos dijeron: ¡Duras son estas palabras! ¿Quién puede oírlas?
Dijeron entonces algunos de los fariseos: No puede venir de Dios este hombre, pues no guarda el sábado. Otros decían: ¿Y cómo puede un hombre pecador hacer tales milagros? Y había desacuerdo entre ellos.
Guando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se echaron a reír, otros dijeron: Te oiremos sobre esto otra vez.
Pero el hombre animal no percibe las cosas del Espíritu de Dios; son para él locura y no puede entenderlas, porque hay que juzgarlas espi-ritualmente.'