Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas, no recordaron tus muchos favores y se rebelaron contra el Altísimo en el mar Rojo.
Juan 10:6 - Biblia Nacar-Colunga Les dijo esta semejanza; pero no entendieron qué era lo que les hablaba.' Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que oyeron a Jesús usar este ejemplo no entendieron lo que quiso decir, Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús usó esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. La Biblia Textual 3a Edicion Esta alegoría les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Este ejemplo les puso Jesús; pero ellos no entendieron lo que quería decirles. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esta parábola les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. |
Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas, no recordaron tus muchos favores y se rebelaron contra el Altísimo en el mar Rojo.
Pero no saben ni entienden, andan en tinieblas; vacilan todos los cimientos de la tierra.'
Los malvados no conocen la justicia, pero el que busca a Yahvé lo sabe todo.
Son perros voraces, insaciables; son pastores que no entienden, siguen cada uno su camino, cada cual busca su interés.'
Muchos serán purificados, emblanquecidos y depurados; los impíos seguirán el mal, y ninguno de los malvados entenderá, pero los que tienen entendimiento comprenderán,'
Todas estas cosas dijo Jesús en parábolas a las muchedumbres, y no les hablaba nada sin parábolas,
y no les hablaba sin parábolas; pero a sus discípulos se las explicaba todas aparte.'
Esto os lo he dicho en parábolas; llega la hora en que ya no os hablaré más en parábolas, antes os hablaré claramente del Padre.'
Dijéronle los discípulos: Ahora hablas claramente y no dices parábola alguna.
Disputaban entre sí los judíos diciendo: ¿Cómo puede éste darnos de comer de su carne?
Luego de haberle oído, muchos de sus discípulos dijeron: ¡Duras son estas palabras! ¿Quién puede oírlas?
¿Qué es esto que dice: Me buscaréis y no me hallaréis, y, a donde yo voy, vosotros no podéis venir?
¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis oír mi palabra.
Pero el hombre animal no percibe las cosas del Espíritu de Dios; son para él locura y no puede entenderlas, porque hay que juzgarlas espi-ritualmente.'
En ellos se realiza aquel proverbio verdadero: “Volvióse el perro a su vómito, y la cerda, layada, vuelve a revolcarse en el cieno.”
y sabemos que el Hijo de Dios vino y nos dio inteligencia para que conozcamos al que es verdadero, y nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. El es el verdadero Dios y la vida eterna.