Ajab dijo a Elías: “¿Me has hallado, enemigo mío? Y Elías le respondió: “Te he hallado. Porque tú te has vendido para hacer el mal a los ojos de Yahvé,
Éxodo 5:1 - Biblia Nacar-Colunga Presentáronse Moisés y Aarón al faraón y le dijeron: “He aquí lo que dice Yahvé, Dios de Israel: Deja ir a mi pueblo para que me celebren fiesta en el desierto.” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto. Biblia Nueva Traducción Viviente Después del encuentro con los líderes de Israel, Moisés y Aarón fueron a hablar con el faraón y le dijeron: —Esto dice el Señor, Dios de Israel: “Deja salir a mi pueblo para que celebre un festival en mi honor en el desierto”. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de eso Moisés y Aarón fueron a decir a Faraón: 'Así dice Yavé, el Dios de Israel: Deja que mi pueblo salga al desierto para celebrar mi fiesta. La Biblia Textual 3a Edicion Después Moisés y Aarón llegaron ante Faraón, y le dijeron: Así dice YHVH, Dios de Israel: Deja ir a mi pueblo para que me haga celebración en el desierto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después, Moisés y Aarón se presentaron al Faraón y le dijeron: 'Así ha hablado Yahveh, el Dios de Israel: deja partir a mi pueblo para que me celebren fiesta en el desierto'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Después entraron Moisés y Aarón ante Faraón, y le dijeron: Jehová Dios de Israel, dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto. |
Ajab dijo a Elías: “¿Me has hallado, enemigo mío? Y Elías le respondió: “Te he hallado. Porque tú te has vendido para hacer el mal a los ojos de Yahvé,
Moisés y Aarón fueron al faraón y le dijeron: “Así habla Yahvé, el Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo no querrás someterte a mí? Deja ir a mi pueblo para que me sacrifique.
Si te resistes y no quieres dejarle, mañana traeré sobre todo tu territorio la langosta”
Dijo Moisés: “Hemos de ir todos, con nuestros niños y nuestros ancianos, con nuestros hijos y nuestras hijas, con nuestras ovejas y nuestros bueyes, porque es la fiesta de Yahvé.”
Ellos te escucharán, y tú, con los ancianos de Israel, irás al rey de Egipto y le diréis: Yahvé, el Dios de los hebreos, se nos ha mostrado. Deja, pues, que vayamos camino de tres días por el desierto para sacrificar a Yahvé, nuestro Dios.
Si, pues, en verdad he hallado gracia a tus ojos, dame a conocer el camino, para que yo, conociéndolo, vea que he hallado gracia a tus ojos” Considera que este pueblo es tu pueblo.”
Yo te mando que dejes a mi hijo ir a servirme, y si te niegas a dejarle ir, yo mataré a tu hijo, a tu primogénito.”
“Ve a hablar al faraón, rey de Egipto, para que deje salir a los hijos de Israel fuera de su tierra.”
Ellos son los que hablaron al faraón, rey de Egipto, para sacar de Egipto a los hijos de Israel, Moisés y Aarón.
y le dices: “Yahvé, Dios de los hebreos, me manda decirte: Deja ir a mi pueblo para que me sacrifique en el desierto. Hasta ahora no me has escuchado.
Tú le dirás a él lo que yo te diga a ti, y Aarón, tu hermano, se lo dirá al faraón, para que deje salir de la tierra a los hijos de Israel.
Yahvé dijo a Moisés: “Dile a Aarón: Extiende tu mano con el cayado sobre los ríos, sobre los canales y sobre los estanques, y haz subir ranas sobre la tierra de Egipto.”
Yahvé dijo a Moisés: “Levántate temprano y preséntate al faraón al tiempo que sale él para ir a la ribera, y dile: “Así habla Yahvé: Deja ir a mi pueblo para que me dé culto.
Si no dejas ir a mi pueblo, voy a mandar tábanos contra ti, contra tus servidores y contra tu pueblo, contra vuestras casas, y se llenarán de ellos las casas de los egipcios y la tierra que éstos habitan;'
Hízolo así Yahvé, y vino una muchedumbre de tábanos sobre la casa del faraón y las de sus servidores, y sobre la tierra de Egipto, y se corrompió la tierra por los tábanos.
Yahvé hizo lo que le pedía Moisés, y los tábanos se alejaron del faraón, de sus servidores y del pueblo, sin quedar ni uno.
Yahvé dijo a Moisés: “Ve al faraón y dile: “Así habla Yahvé, Dios de los hebreos: Deja ir a mi pueblo a que me dé culto.
Y preparará Yahvé de los ejércitos a todos los pueblos sobre este monte un festín de suculentos manjares; un festín de vinos generosos, de manjares grasos y tiernos, de vinos generosos clarificados,'
Tú, hijo de hombre, no los temas ni tengas miedo a sus palabras, aunque te sean cardos y zarzas y habites en medio de escorpiones. No temas sus palabras, no tengas miedo de su cara, porque son gente rebelde.
Seréis llevados a los gobernadores y reyes por amor de mí, para dar testimonio ante ellos y los gentiles.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, que el alma no pueden matarla; temed más bien a aquel que puede perder el alma y el cuerpo en la Gehenna.'
Ahora, Señor, mira sus amenazas, y da a tus siervos hablar con toda libertad tu palabra,
Así, pues, festejémosla, no con la vieja levadura, no con la levadura de la malicia y la maldad, sino con los ázimos de la pureza y la verdad.