Elías, tisbita, habitante en Galaad, dijo a Ajab: “Vive Yahvé, Dios de Israel, a quien sirvo, que no habrá en estos años ni rocío ni lluvia sino por mi palabra.”
Apocalipsis 11:6 - Biblia Nacar-Colunga Ellos tienen poder de cerrar el cielo para que la lluvia no caiga los días de su ministerio profético y tienen poder sobre las aguas para tornarlas en sangre, y para herir la tierra con todo género de plagas cuantas veces quisieren. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran. Biblia Nueva Traducción Viviente Ellos tienen el poder de cerrar los cielos para que no llueva durante el tiempo que profeticen. También tienen el poder de convertir los ríos y los mares en sangre, y de azotar la tierra cuantas veces quieran con toda clase de plagas. Biblia Católica (Latinoamericana) Tienen poder para cerrar el cielo y que no caiga lluvia mientras dure su misión profética; tienen también poder para convertir las aguas en sangre y castigar la tierra con toda clase de plagas siempre que quieran. La Biblia Textual 3a Edicion Éstos tienen la potestad de cerrar el cielo, para que no caiga° lluvia en los días de su profecía;° también tienen potestad sobre las aguas para convertirlas en sangre,° y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tienen el poder de cerrar el cielo para que no caiga lluvia durante los días de su ministerio profético, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre y para herir la tierra con cualquier plaga cuantas veces quieran. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Estos tienen potestad de cerrar el cielo, para que no llueva en los días de su profecía, y tienen potestad sobre las aguas para tornarlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quisieren. |
Elías, tisbita, habitante en Galaad, dijo a Ajab: “Vive Yahvé, Dios de Israel, a quien sirvo, que no habrá en estos años ni rocío ni lluvia sino por mi palabra.”
Pero en verdad os digo también que muchas viudas había en Israel en los días de Elias, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses y sobrevino una gran hambre en toda la tierra,
Mandaré a mis dos testigos para que profeticen, durante mil doscientos sesenta días, vestidos de saco.
El segundo derramó su copa sobre el mar, y se convirtió en sangre como de muerto, y murió todo ser viviente en el mar.
El tercero derramó su copa sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre*
El segundo ángel tocó la trompeta, y fue arrojada en el mar como una gran montaña ardiendo en llamas, y convirtióse en sangre la tercera parte del mar,
¡Desgraciados de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de esos dioses poderosos? ¿Acaso no son éstos los que castigaron a Egipto con toda suerte de plagas y con peste en el desierto?