2 Samuel 7:22 - Biblia Nacar-Colunga ¡Qué grande eres, mi Señor, Yahvé! No hay nadie que se te asemeje ni hay Dios fuera de ti, como lo hemos oído con nuestros oídos. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos. Biblia Nueva Traducción Viviente »¡Qué grande eres, oh Señor Soberano! No hay nadie como tú. ¡Nunca hemos oído de otro Dios como tú! Biblia Católica (Latinoamericana) Eres grande, Señor Yavé; nadie es como tú; de acuerdo a todo lo que hemos escuchado con nuestros propios oídos, no hay otro Dios fuera de ti. La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto ¡cuán grande eres, oh Adonay YHVH! ¡Nadie hay como Tú, ni hay otro ’Elohim aparte de ti, conforme a todo lo que hemos escuchado con nuestros oídos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso eres grande, Señor mío, Yahveh. Nadie hay como tú, ni hay otro Dios fuera de ti, conforme a todo lo que oyeron nuestros oídos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, tú te has engrandecido, oh Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos. |
dijo: “Yahvé, Dios de Israel: No hay Dios semejante a ti ni en lo alto de los cielos ni abajo sobre la tierra. Tú guardas la alianza y la misericordia con tus siervos, los que de todo corazón andan en tu presencia.
Porque Yahvé es grande, digno de toda alabanza, Temible sobre todos los dioses.
¿y quién se creerá capaz de edificar una casa digna de El? Si el cielo y los cielos de los cielos no bastan a contenerle, ¿quién soy yo para la empresa de edificarle una casa? Gracias que sólo es para quemar el incienso en su presencia.
Ciertamente sé que Yahvé es grande, que nuestro Señor está por encima de todos los dioses.
Guímel: Es grande Yahvé y digno de toda alabanza; su grandeza es inescrutable.'
No hay, Señor, en los dioses semejante a ti, y nada hay que iguale tus obras.
Los cielos cantan tus maravillas, ¡oh Yahvé I, y tu fideli-dad en la asamblea de los santos.
Terrible es Dios en el consejo de los santos, grande y formidable sobre todos los que le rodean.
Porque grande es Yahvé y digno de toda alabanza, terrible sobre todos los dioses,
para que cuentes a tus hijos y a los hijos de tus hijos cuan grandes cosas hice yo entre los egipcios y qué prodigios obré en medio de ellos, y sepan que yo soy Yahvé.”
¿Quién como tú, ¡oh Yahvé!, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, obrador de prodigios?
“Mañana,” respondió él. Moisés le dijo: “Así será, y para que sepas que no hay como Yahvé, nuestro Dios,
porque esta vez voy a desencadenar mis plagas contra ti, contra tus servidores y contra tu pueblo, para que sepas que no hay como yo en toda la tierra.
¿A quién, pues, compararéis a Dios y a qué imagen haréis que se le asemeje?
Porque así habla Yahvé, el que creó los cielos, el Dios que formó la tierra, la hizo y la afirmó. No la creó para yermo, la formó para que fuese habitada. Soy yo Yahvé, y ningún otro.
Volveos a mí y seréis salvos, confines todos de la tierra. Porque yo soy Dios, y no hay otro.
Soy yo, Yahvé, no es ningún otro; fuera de mí no hay Dios. Yo te he ceñido, aunque no me conocías,'
Di, pues, a la casa de Israel: Así habla el Señor, Yahvé: No lo hago por vosotros, casa de Israel, sino más bien por el honor de mi nombre, profanado por causa vuestra entre las gentes a que habéis ido.
No lo hago por vosotros, dice el Señor, Yahvé; sabedlo, confundios y avergonzaos de vuestras obras, ¡oh casa de Israel!'
Eso es lo que significa la piedra que viste desprenderse del monte sin ayuda de mano, que desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El Dios grande ha dado a conocer al rey lo que ha de suceder después. El sueño es verdadero, y cierta su interpretación.
¿Qué Dios hay como tú, que perdonas la maldad y pasas por alto el pecado del resto de tu heredad? No persiste por siempre en su enojo, porque gusta de la piedad.
“¡Señor, Yahvé! Tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu potente brazo; pues ¿qué Dios hay, ni en los cielos ni en la tierra, que pueda hacer las obras que tú haces y tan poderosas hazañas?'
Ved, pues, que yo soy yo, yo solo, y que no hay Dios alguno más que yo. Yo doy la vida, yo doy la muerte; yo hiero, yo sano; no hay nadie que se libre de mi mano.'
A ti se te hicieron ver para que conocieras que Yahvé es en verdad Dios y que no hay otro Dios más que El.
Reconoce, pues, hoy y revuelve en tu corazón que Yahvé sí que es Dios arriba, allá en los cielos, y abajo, aquí sobre la tierra, y que no hay otro sino El.