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Éxodo 15:11 - Biblia Nacar-Colunga

11 ¿Quién como tú, ¡oh Yahvé!, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, obrador de prodigios?

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

11 ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 »Oh Señor, entre los dioses, ¿quién es como tú: glorioso en santidad, imponente en esplendor, autor de grandes maravillas?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 ¿Quién como Tú, Yavé, entre los dioses? ¿Quién como Tú, glorioso y santo, terrible en tus hazañas, autor de maravillas?

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 ¿Quién como Tú entre los dioses, oh YHVH? ¿Quién como Tú? Majestuoso en la santidad, Temible en las alabanzas,° Hacedor de prodigios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 ¿Quién como tú, entre los dioses, oh Yahveh? ¿Quién como tú, magnifico en santidad, terrible en tus proezas, hacedor de maravillas?

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Éxodo 15:11
51 Cross References  

¡Qué grande eres, mi Señor, Yahvé! No hay nadie que se te asemeje ni hay Dios fuera de ti, como lo hemos oído con nuestros oídos.


dijo: “Yahvé, Dios de Israel: No hay Dios semejante a ti ni en lo alto de los cielos ni abajo sobre la tierra. Tú guardas la alianza y la misericordia con tus siervos, los que de todo corazón andan en tu presencia.


Porque Yahvé es grande, digno de toda alabanza, Temible sobre todos los dioses.


¿y quién se creerá capaz de edificar una casa digna de El? Si el cielo y los cielos de los cielos no bastan a contenerle, ¿quién soy yo para la empresa de edificarle una casa? Gracias que sólo es para quemar el incienso en su presencia.


“Yahvé, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti ni en el cielo ni en la tierra; tú guardas la alianza y la misericordia a tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón;'


¿Quién semejante a nuestro Dios, que tan alto se sienta


Se estremece mi carne por temor a ti, y temo tus juicios. Ayin


Al que es único en hacer portentos, porque eterna es su piedad.


Sade: Es justo Yahvé en todos sus caminos y piadoso en todas sus obras.


Yo anunciaré tu nombre a mis hermanos y te alabare en medio de la asamblea.


Todos mis huesos dirán: ¿Quién semejante a ti, ¡oh Yahvé! que libras al desvalido del poderoso, al pobre y al afligido de quien le despoja?


Cuando venció a Aram Naharayim y a Aram de Soba, y se volvió Joab, y derrotó en el Valle de la Sal a doce mil edomitas.


Venid y ved las maravillas de Dios, admirables gestas en favor de los hijos del hombrel0:


Me digo: “Mi dolor es éste: que se ha mudado la diestra del Altísimo.”


¡Oh Dios! santos son tus caminos. ¿Qué dios es grande como nuestro Dios?


Estalló tu trueno en el torbellino, alumbraron los relámpagos el orbe, y, sacudida, tembló la tierra.


Pues que tú eres grande y obras maravillas, tú eres el solo Dios.


No hay, Señor, en los dioses semejante a ti, y nada hay que iguale tus obras.


Porque tú eres el esplendor de nuestra fuerza, y por tu benevolencia se acrecienta nuestro poderío.


¿Quién conoce el poder de tu cólera y tu indignación en lo que debes ser temido?


Ahora sé bien que Yahvé es más grande que todos los dioses, pues se ha mostrado grande, haciendo recaer sobre los egipcios su maldad.”


No tendrás otro Dios que a mí.


Pero yo tenderé la mía, y castigaré a Egipto con toda suerte de prodigios, que obraré en medio de ellos, y después os dejará salir.


Reuniéronlas en los montes, y se infestó la tierra.


“Mañana,” respondió él. Moisés le dijo: “Así será, y para que sepas que no hay como Yahvé, nuestro Dios,


porque esta vez voy a desencadenar mis plagas contra ti, contra tus servidores y contra tu pueblo, para que sepas que no hay como yo en toda la tierra.


apartaos del camino, quitaos del sendero, dejad de poner a nuestra vista el Santo de Israel.


¿A quién, pues, compararéis a Dios y a qué imagen haréis que se le asemeje?


¿A quién me asemejaréis, de forma que se me iguale, dice el Santo?


Recordad los tiempos pasados desde antiguo, porque yo soy Dios, y no hay más Dios fuera de mí.


porque así dice el Altísimo, cuya morada es eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en un lugar elevado y santo, pero también con el contrito y humillado, para hacer revivir el espíritu de los humillados y reanimar los corazones contritos.


y con las otras dos volaban, y los unos y los otros se gritaban y se respondían: Santo, Santo, Santo, Yahvé de los ejércitos! Está la tierra llena de su gloria.


No es ésta la herencia de Jacob, pues El es el Hacedor de todo, e Israel es su tribu hereditaria; su nombre es Yahvé de los ejércitos.'


He aquí que como un león subirá desde los boscajes del Jordán a los pastos siempre verdes. En un momento los arrojaré de ellos y estableceré sobre ella a quien me plazca; pues ¿quién como yo? ¿Quién me pedirá cuentas? ¿Quién es pastor que me hará frente?'


“Habla a toda la asamblea de los hijos de Israel y diles:


¿Qué Dios hay como tú, que perdonas la maldad y pasas por alto el pecado del resto de tu heredad? No persiste por siempre en su enojo, porque gusta de la piedad.


Yo os mostrare a quién habéis de temer; temed al que, después de haber dado la muerte, tiene poder para echar en la gehenna. Sí, yo os digo que temáis a ése.'


Yahvé, vuestro Dios, que marcha delante de vosotros, combatirá El mismo por vosotros, según cuanto por vosotros a vuestros mismos ojos hizo en Egipto


“¡Señor, Yahvé! Tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu potente brazo; pues ¿qué Dios hay, ni en los cielos ni en la tierra, que pueda hacer las obras que tú haces y tan poderosas hazañas?'


“No hay para Yesurún otro Dios; el que en auxilio suyo marcha sobre los cielos, y en su majestad sobre las nubes.'


Jamás probó un dios a venir a tomar por sí un pueblo de en medio de pueblos a fuerza de pruebas, de señales y prodigios, de luchas a mano fuerte y brazo extendido, de tremendas hazañas, como las que hizo por vosotros en Egipto Yahvé, vuestro Dios, viéndolas tú con tus mismos ojos.


Adoraron al dragón, porque había dado el poder a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia? ¿Quién podrá guerrear con ella?


¿Quién no te temerá, Señor, y no glorificará tu nombre? Porque tú solo eres santo, y todas las naciones vendrán y se postrarán delante de ti, pues tus fallos se han hecho manifiestos*


Los cuatro vivientes tenían cada uno de ellos seis alas, y todos en torno y dentro estaban llenos de ojos, y no se daban reposo día y noche, diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que viene.


No hay santo como Yahvé, no hay fuerte como nuestro Dios.


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