e hirió a sus opresores por la espalda, cubriéndoles de eterna ignominia.
1 Samuel 5:9 - Biblia Nacar-Colunga La llevaron, y la mano de Yahvé se dejó sentir sobre la ciudad, y hubo en ella gran espanto, pues hirió a las gentes de la ciudad, pequeños y grandes. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que cuando la habían pasado, la mano de Jehová estuvo contra la ciudad con gran quebrantamiento, y afligió a los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, y se llenaron de tumores. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero cuando el arca llegó a Gat, la mano dura del Señor cayó sobre sus hombres, jóvenes y mayores; los hirió con una plaga de tumores, y hubo gran pánico. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero, apenas llegaron con ella, el peso de la mano de Dios se hizo sentir en la ciudad: se produjo un gran pánico. Castigó a los habitantes, desde el más chico al más grande, haciéndoles salir tumores. La Biblia Textual 3a Edicion Pero sucedió que después que la hubieron trasladado, la mano de YHVH cayó contra la ciudad causando gran consternación, y golpeó a los hombres de aquella ciudad desde el pequeño hasta el grande, de modo que les brotaron hemorroides. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero apenas trasladada, la mano de Yahveh se dejó sentir sobre la ciudad provocando una gran conmoción: los habitantes de la ciudad, pequeños y grandes, fueron castigados con tumores. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando la hubieron pasado, la mano de Jehová fue contra la ciudad con gran quebrantamiento; e hirió a los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, y se llenaron de hemorroides. |
e hirió a sus opresores por la espalda, cubriéndoles de eterna ignominia.
Es como quien, huyendo del león, diera con el oso; como quien, al entrar en casa y poner su mano sobre la pared, fuera mordido por la serpiente.'
La mano de Yahvé pesó sobre ellos en el campamento hasta hacerlos desaparecer a todos.
Pero, si no obedecéis a Yahvé, si sois rebeldes a sus mandatos, tendréis contra vosotros la mano de Yahvé y contra vuestro rey para destruiros.
Entonces mandaron el arca de Dios a Acarón. Pero, en cuanto entró el arca de Dios en Acarón, los acaronitas se pusieron a gritar: “Han traído aquí el arca del Dios de Israel para que nos mate a todos, a nosotros y a nuestro pueblo.”
Y convocaron a todos los príncipes de los filisteos, que dijeron: “Devolved el arca del Dios de Israel; que vuelva a su sitio, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo”; pues había en toda la ciudad un terror mortal, y la mano de Dios pesaba sobre ella muy fuertemente.'
La mano de Yahvé pesó grandemente sobre los de Azoto y los desoló e hirió con tumores a Azoto y su territorio.
Pusieron sobre el carro el arca de Yahvé y el cofre, con las ratas de oro y las figuras de sus tumores.
Así humillados, no volvieron los filisteos más contra la tierra de Israel; y pesó la mano de Yahvé sobre ellos durante toda la vida de Samuel.'